«No somos únicos, no estamos solos; la vida en la Tierra es una más»
Investigador y astrónomo, es copresidente del Congreso internacional «Senderos hacia planetas habitables» que se ha clausurado estos días en el Coxmocaixa de Barcelona, con presencia en sus pasillos de las agencias espaciales más importantes. Su reto, buscar nuevas «Tierras».
Sergio ANDREU | BARCELONA
El ego de la Tierra como supuesto único planeta habitado del Universo sufrirá «en breve» un duro golpe. Los avances en investigación en exoplanetas (de fuera del sistema solar) permiten vaticinar que en unas tres décadas se detectará otro astro con algún tipo de vida, asegura este astrónomo catalán.
Sobre ello han hablado estos días en Barcelona miembros de las agencias espaciales europea, americana, japonesa, india y china, para definir la «hoja de ruta» de los experimentos encaminados a detectar y caracterizar nuevos exoplanetas de los que ya se conocen unos 350 -el primero descubierto en 1995- de forma que no sólo se sepa si son habitables, sino si también habitados. La nueva tecnología hará posible adentrarnos en esta búsqueda extraterrestre.
¿Qué es un planeta potencialmente habitable?
Uno parecido a la Tierra aunque no necesariamente idéntico; con un tamaño entre una y diez veces mayor: las llamadas supertierras. Planetas de tipo terrestre de los que ya se conocen una decena, y alguno de ellos podría orbitar en la zona de habitabilidad de su estrella. La única restricción que hemos puesto es que tenga agua líquida en su superficie. Es necesaria su caracterización, estudiar y explicar la composición química de su atmósfera ya que hay compuestos que sólo se explican si hay vida, como ocurre en la Tierra con el metano y el oxígeno.
¿Y qué tipo de vida podemos esperar encontrar?
Hay que ampliar las miras. La vida está basada probablemente en el átomo de carbono y el agua es el disolvente ideal para que tengan lugar reacciones y construir cadenas de carbono. Si se le pregunta a un biólogo qué restricciones más se le ponen a la existencia de vida, suelen decir que casi ninguna. Un ejemplo de investigación son los extremófilos, científicos que estudian especies que viven en las condiciones más extremas, como las que habitan cómodamente en Ríotinto, donde el agua es superácida o las que lo hacen en las torres de refrigeración de los reactores nucleares, con niveles de radiación que nos matarían.
¿De qué plazos estamos hablando para hallar un planeta así?
El primero parecido a la Tierra está al caer, no habrá que esperar más de un par de años, y el primer planeta habitable también está al caer, en los próximos cinco años. La detección es inminente, pero la caracterización es más complicada, nos llevará más años, al menos un par de décadas. Soy optimista, y espero que en menos de treinta años, detectaremos las primeras señales químicas que no se podrán explicar más que por la presencia de vida.
¿La Tierra perderá entonces su exclusividad?
Es lo que más me fascina. Siempre ha habido comunidades que se han sentido unos elegidos. Servirá para demostrar que no es así, que no somos únicos, que la vida en la Tierra es sólo una más. Éste supone el primer paso, y el último de la revolución iniciada por Copérnico, hace cuatro siglos, cuando dijo que la Tierra no era el centro de nada. Somos un planeta pequeño que da vueltas en torno a una estrella mediocre, en los suburbios de una galaxia. Ahora podemos llegar al súmmum: descubrir que no estamos solos, una motivación que para una agencia espacial y para la sociedad en general tiene que ser más que suficiente.
Usted dice que se está avanzado mucho, pero ¿cuántos planetas habitables puede haber?
La mayoría de los exoplanetas detectados hasta ahora son gigantes gaseosos, tipo Júpiter, poco hospitalarios, que orbitan muy cerca de su estrella. Conocemos el entorno más inmediato, pero es posible que pequeños haya muchos más. Si uno extrapola esto a toda la galaxia, con cien mil millones de estrellas, y sabemos de millones y millones de galaxias, el número sería astronómico...
¿Cuál es el exoplaneta más cercano?
Uno en torno a una estrella que se llama Epsilon Eridani que está a diez años luz, muy cerquita, sería nuestro vecino de rellano. Y siguiendo con el símil, ahora estamos estudiando el bloque de pisos, pero aún nos quedan todavía muchos barrios.
«El primer planeta parecido a la Tierra está al caer, no habrá que esperar más de un par de años para dar con él. Y el primero habitable tardará unos cinco»
«Somos un planeta pequeño que da vueltas en torno a una estrella mediocre, en los suburbios de una galaxia. Podemos descubir que no estamos solos»