ZINEMALDIA
«Huit fois debout» Mañana será otro día
K. LANDALUZE
Huit fois debout” resume lo mejor y lo peor de muchas óperas primas. Entre sus virtudes destaca el entusiasmo que el joven cineasta Xabi Molia ha demostrado a la hora de plasmar en imágenes una historia cercana y habitada por personajes perfectamente creibles y entre sus defectos figuran el miedo que el autor ha tenido a la hora de meter la tijera en un metraje demasiado extenso y, sobre todo, una extraña bifurcación en la trama que lastra por completo las buenas intenciones de esta crónica conectada a estos días desesperados de crisis y desencanto.
Juliet Gayet firma una aplicada interpretación de una madre soltera que debe hacer verdaderos requiebros económicos para poder mantener un piso del que será desaolojada de inmediato. Su rol simboliza a esas mujeres que no le hacen ascos a ningún tipo de trabajo y que, marcadas por el dolor silente que supone no poder convivir con su hijo, esboza una tímida sonrisa y pelea para que el día siguiente sea mucho mejor.
En su errática rutina cotidiana tropieza con su “alma gemela”, un tipo que, al igual que ella, acude a todo tipo de entrevistas para lograr un trabajo con el que ganarse un mísero jornal que le permita vivir al día. Cuando se intuye que la historia tiende a centrar su interés en las vivencias compartidas de estos dos seres condenados a entenderse, la cámara nos lleva a través de una road movie materno-filial que culmina en un confuso baño.
Es una lástima que Molia no haya exprimido al máximo a dos intérpretes como Juliet Gayet y Denys Podalydès.