La injerencia de la Audiencia Nacional española llegó ayer hasta la localidad guipuzcoana de Urretxu en su día grande de fiestas, vetando el desfile de una de las carrozas por mostrar la imagen del militante desaparecido Jon Anza.

Dos furgonetas de la Ertzaintza se personaron pertrechados con material antidisturbios en las inmediaciones del polígono industrial en el que las cuadrillas y las asociaciones guardan sus carrozas festivas. Argumentando tener un auto emitido por la Audiencia Nacional, los agentes de la Ertzaintza vetaron la carroza que el movimiento pro amnistía había preparado para la ocasión.

La temática elegida para este año era la denuncia de la guerra sucia y en especial, la desaparición del militante donostiarra Jon Anza. Además de una imagen de éste, la Ertzaintza obligó a los miembros de la carroza a esconder una pancarta en la que se podía leer «Stop violencia de Estado. Herriak ez du barkatuko!».

Los integrantes de la comparsa así como un representate del Ayuntamiento de Urretxu requirieron a los agentes de la Policía autonómica el auto del tribunal especial, pero éstos ni siquiera lo enseñaron.

Pese a las trabas, la carroza del movimiento pro amnistía hizo todo el recorrido en denuncia de la guerra sucia, mostrando incluso las fotos de los ciudadanos vascos que han perdido la vida por esa práctica. Asimismo, según precisaron a GARA desde Urretxu, fueron numerosos los ciudadanos y los componentes de otras comparsas que desfilaron detrás de la del movimiento pro amnistía en denuncia de lo sucedido.

Una vez finalizado el trayecto y antes de que se repartieran los premios de las carrozas, el movimiento pro amnistía leyó un comunicado en denuncia de la desaparición de Jon Anza y en contra de la caza de brujas emprendida por el Ejecutivo de Lakua y la Ertzaintza contra las fotografías de los presos políticos vascos.