La escalada emprendida en los últimos años por el Ayuntamiento de UPN para apropiarse de la organización de las fiestas de Alde Zaharra de Iruñea ha provocado de nuevo una situación surrealista. San Fermín Txikito se desarrollará desde el viernes al domingo con dos programas solapados y en ocasiones coincidentes: por un lado estará, como siempre, el organizado por los vecinos a través de la autofinanciación y la colaboración altruista; por otro, el promovido por el Consistorio por segunda edición consecutiva, que le costará a la ciudadanía de Iruñea cerca de 35.000 euros.

Representantes de la Comisión de Fiestas de Alde Zaharra denunciaron ayer este despropósito. El Ayuntamiento no sale bien parado en ninguna de las comparaciones posibles; por ejemplo, el programa vecinal incluye cerca de cien actos, mientras el Consistorio únicamente propone 20.

Un día después de que el gabinete que dirige Yolanda Barcina confirmara las trabas que pondrá a los actos populares, Angel Leranoz y Aitziber Kanpion desgranaron datos como éste: «El Ayuntamiento va a gastar 8.120 euros en hinchables y toricos de carretilla cuando son actividades que la Comisión lleva desarrollando hace años gracias a los recursos que el barrio ha sabido crear». Aseguraron que la única aportación oficial real son los fuegos artificiales del sábado.

La carpa, otra excusa

Cierto es que los vecinos de Alde Zaharra tendrán más difícil cuadrar sus cuentas este año, dado que el Ayuntamiento de UPN ha denegado el permiso para instalar la carpa colocada en la zona del Redín y que les permitiría obtener ingresos. Leranoz y Kanpion recalcaron que se han enterado de ello por la prensa y por un escueto e-mail, porque el Consistorio no se ha dirigido a ellos directamente.

El argumento utilizado en esta ocasión para el veto es que el Ayuntamiento ya organiza actos festivos y, por tanto, no ve necesario que los vecinos obtengan financiación de la carpa. Al respecto, Leranoz recordó que hace un año la excusa fue otra: el Consistorio arguyó inicialmente que la colocación de esa txozna suponía una competencia desleal para los bares de Alde Zaharra. Pero fueron éstos quienes dejaron claro que no tenían inconveniente alguno en competir con la carpa, lo que dejó en entredicho al Ayuntamiento de UPN.

Y es que la adhesión vecinal a esta tradicionalísima fiesta de San Fermín de Aldapa -San Fermin Txikito según la denominación popular- resulta amplísima. La Comisión explicó ayer que en el programa colaboran medio centenar de establecimientos hosteleros y 130 comercios, pese a que no pasan sus mejores momentos debido a la crisis. Es la consecuencia de 30 años promoviendo la fiesta al margen de autoridades, que irrumpen ahora «a golpe de talonario» y tras desatender con reiteración las ofertas de colaboración de los vecinos.

La denegación de la carpa del Redín no es el único obstáculo. Leranoz y Kanpion añadieron que se les obliga a trasladar varios actos a la plaza de Compañía con el argumento de que Nabarreria -epicentro habitual de la fiesta- está en obras de reurbanización. Replicaron que en los contactos mantenidos tanto la pasada semana como ayer mismo con los responsables de las obras, éstos les han dicho que la zona se va a asfaltar para este fin de semana y que, por tanto, no había problemas de seguridad. «No sabemos en base a qué informes han tomado la decisión», se quejaron.