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El regreso de su «llama interior» devuelve a Justine Henin a las pistas

Dieciséis meses han bastado para que Justine Henin volviera de su retiro voluntario al mundo del tenis. La falta de motivación hizo que la jugadora valona abandonara una carrera que retomará en enero de 2010, una motivación que parece tener su combustible en su rival Kim Clijsters.

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Arnaitz GORRITI

La tenista valona Justine Henin, ex número uno del mundo, hacía oficial ayer en medio de una gran expectación un secreto a voces, su regreso a las pistas, después de que decidiese retirarse en mayo del año pasado y de que varios rumores la situasen de nuevo dentro de la competición.

Henin afirmaba en una entrevista concedida a una cadena belga de televisión que intentará reaparecer el próximo enero en el Abierto de Australia y que su objetivo es la temporada 2010. «Estoy impaciente y profundamente emocionada por anunciar que volveré a competir muy rápidamente», indicó Henin durante la retransmisión, aunque precisó que habrá que ver «cómo se desarrolla la preparación».

Varios medios locales ya adelantaron en la víspera la noticia de que la ex número uno mundial anunciaría su regreso durante la entrevista que tenía previsto conceder a la cadena RTL, información que ni el entorno de la tenista y ni la propia cadena desmentían o confirmaban.

Diarios francófonos como «Le Soir» y «La Libre Belgique» aseguraban que la deportista, que se retiró el año pasado pocos días antes del inicio de Roland Garros argumentando «cansancio», había vuelto a entrenarse «con intensidad». Y es que la motivación perdida por la tenista valona parece ser que ha vuelto en este lapso de tiempo de 16 meses. «Siento que la llama está dentro de mí, una llama que creía apagada», declaró Henin, quien reconoció que se sentía «aliviada» tras hacer pública su determinación.

Siete grandes en su haber

«No tengo la impresión de haber tomado una decisión; es como si se hubiera impuesto de forma natural», agregó la tenista, que apuntó que empezó a «hacerse preguntas hace tres o cuatro meses». Eso sí, la ex dominadora del WTA, circuito en el que se hizo con 41 torneos, siete de los cuales pertenecientes al Grand Slam -cuatro Roland Garros, dos Abiertos de Estados Unidos y un Abierto de Australia, así como el oro de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004- se mostró realista y cerebral. Henin reconocido que, en los próximos meses, tendrá que «ser paciente y aceptar que hace falta tiempo» para recuperar la forma.

Más optimista se mostraba su entrenador, el argentino Carlos Rodríguez, que hablaba confiado en las posibilidades de su pupila y aseguraba que Henin «volverá a experimentar sensaciones que no vivía desde hace tiempo».

Henin, de 27 años, había anunciado que ponía fin a su carrera el 14 de mayo de 2008, cuando ocupaba el número una mundial. La valona explicaba entonces haber perdido la motivación tras cerca de diez años de circuito profesional. «Perdí la agresividad, el deseo», había declarado.

«Fundar una familia, ocuparme de mi fundación -«Los veinte corazones de Justine», para niños enfermos-, de mi escuela de tenis, tengo muchas bonitas cosas que deben vivirse fuera de los terrenos», añadió.

Con nombre y apellidos

El abandono del circuito femenino de tenis por parte de la flamenca Kim Cljisters fue un golpe para Justine Henin, que se quedó sin su principal rival -ambas son de nacionalidad belga- y motivo para mejorar. A modo de combustible, el regreso de Cljisters después de su maternidad, que se vio refrendado recientemente con un claro triunfo del Abierto de Estados Unidos, ha supuesto un nuevo acicate, puede que el empujón definitivo, para la jugadora .

El propio entrenador buscaba una motivación deportiva en este regreso a la élite, y que mejor que aferrarse a la prestigiosa hierba de Wimbledon, un torneo que jamás pudo ganar pese a quedarse con la miel en los labios en dos finales. «Ella quiere tener este cuarto Grand Slam. Es, de hecho, uno de los motivos de su regreso».

El retorno de Juju al profesionalismo supone un reto también para él. «Estoy al servicio de Justine con mucho gusto, teniendo por ambición devolverla aún mejor que antes y de mantener su pasión». Carlos Rodriguez explicó que esta vuelta «es el fruto de una larga reflexión. El tenis es lo le que gusta: estoy contento por ella», dijo. Antes de volver a la competición oficial, Henin adelantó que disputará varios partidos de exhibición en Charleroi y en Dubai .

Luces y sombras de la historia de los retornos; de Kim Cljisters a Martina Hingis

La de Justine Henin no es sino una sucesión más o menos larga de tenistas que, tras abandonar su actividad profesional, regresan al más alto nivel. Pero no todos los regresos son triunfales.

Aún resuena el caso de Kim Cljisters, que se imponía en el US Open. Martina Navratilova, tras retirarse a los 38 años en 1994, volvía al tenis seis años más tarde para ya en 2003, en la modalidad de dobles mixtos, imponerse en Wimbledon; y en 2006, a punto de cumplir 50 años , en el US Open.

El reverso de la moneda lo protagoniza Martina Hingis. La suiza se retiraba en 2003, con sólo 23 años, asediada por las lesiones. Su regreso en 2006 duró un año, hasta que dio positivo por cocaína en un control antidopaje.

Más efímero fue el caso de Bjorn Borg. Dominador de la ATP entre 1973 y 1981, volvió en 1990 por dificultades económicas. El fracaso fue tal que su regreso apenas duró un torneo. A. G.

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