El presidente ruso, Dimitri Medvedev, aclaró que su país no desplegará misiles en Kaliningrado, como llegó a anunciar en su momento en respuesta al escudo antimisiles planeado por Estados Unidos en Polonia y República Checa y que finalmente ha desechado la actual administración norteamericana. Medvedev calificó de «valiente» la decisión adoptada por su homólogo Barack Obama, con quien se reunió el pasado miércoles en Nueva York. El proyecto del ex presidente Bush siempre fue visto como una amenaza por Moscú.