Vaya diferencia entre lo que pudo haber sido, y lo que será al final. Siguiendo con la tónica habitual de las últimas carreras, no eran pocos los que deseaban observar cómo Barrichello podía seguir arañando punto a punto la diferencia respecto a Button. Y es que a nadie se le escapa que la dura pugna que mantienen los pilotos de Brawn GP se ha convertido en el foco de atención más interesante del mundial 2009.

El primer filtro de la sesión clasificatoria se llevó por delante a Fisichella, Alguersuari, Grosjean y los dos pilotos de Force India; Liuzzi y Sutil. Fue, sin embargo, en la segunda clasificatoria cuando llegó la noticia del día: Jenson Button, que sigue viendo impotente como baja a marchas forzadas el rendimiento de su Brawn GP, no pudo pasar a la Q3.

Todos miraban entonces a Barrichello. El piloto brasileño, que tras las últimas grandes actuaciones ha dado esa pizca de emoción que le faltaba al mundial, era consciente de que el tiempo que marcara sería decisivo en su particular y dificultosa carrera por amenazar la hegemonía del piloto inglés. Pero dos acciones negativas echaron al traste toda opción de que el piloto carioca arañara muchos puestos al inglés. Primero «Rubinho» tuvo que cambiar la caja de cambios, por lo que fue sancionado con cinco puestos, y después, a falta de 30 segundos para el final, sufrió un aparatoso accidente, con lo que se tuvo que dar por finalizada la clasificación.

El hecho de que el percance sucediera a tan poco tiempo del final, facilitó a Hamilton hacerse con la pole. Casi todos los pilotos suelen esperar a los últimos segundos para salir lanzados a marcar su mejor tiempo ¯Vettel iba marcando tiempos de pole¯, pero justo entonces llegó el incidente de Barrichello, y la bandera roja indicaba el final de la sesión.

Por otro lado, y tras la expulsión de Flavio Briatore, Bob Bell estrenaba su puesto de director técnico en Renault con muy buen pie, o eso hace indicar, por lo menos, la quinta posición de la que partirá Fernando Alonso.