El tifón Ketsana, que devastó la capital de Filipinas, Manila, prosiguió con su fatal curso por el sudeste asiático, causando al menos 74 muertos en Vietnam y otros once en Camboya.

Según los balances disponibles hasta el momento, en el conjunto de la región asiática, Ketsana provocó al menos 331 muertes. El archipiélago filipino, que fue el más afectado, cuenta con el mayor número de fallecimientos, que ascienden ya a 246.

Se calcula que los daños causados por la tormenta tropical Ketsana en Filipinas podrían superar los 100 millones de dólares [68,5 millones de euros]. Ante esta situación, los diputados aprobaron un presupuesto suplementario para 2009 de cerca de 211 millones de dólares [144,6 millones de euros] para las labores de ayuda, recuperación y rehabilitación, informó el secretario de Defensa, Gilberto Teodoro.

Ketsana ganó potencia tras su paso por Filipinas, pasando de tormenta tropical a tifón, y se dirigió hacia Vietnam, donde también dejó al menos doce desaparecidos. Además, las autoridades de esta república temen inundaciones históricas.

El tifón pasó después del mediodía del martes por Vietnam y se dirigió hacia el oeste, perdiendo de nuevo potencia durante la noche.

En la vecina Camboya, el tifón Ketsana provocó la muerte de al menos nueve personas en el centro del país, y otras dos en el noreste.

Ayuda humanitaria

Las autoridades camboyanas apuntaron que habían evacuado a miles de habitantes, y había comenzado a llevarse a cabo la distribución de alimentos.

Más al norte, en Laos, distintas fuentes citaban inundaciones en varias provincias. Sin embargo, el Gobierno no dio cuenta de víctimas mortales.

Mientras tanto, las autoridades tailandesas movilizaron al Ejército con el objetivo de ayudar a repartir la ayuda humanitaria para prevenir las inundaciones.