Las cofradías de pescadores del Cantábrico reclamaron ayer mejoras en el plan propuesto por Bruselas para gestionar el caladero de la anchoa en el Golfo de Bizkaia, una vez que se reabra, de manera que en el futuro las oportunidades de capturas sean mayores.

En un debate en el Parlamento Europeo, indicaron su desacuerdo con que los peces de esa especie usados como cebo vivo para la captura del bonito computen a la hora da calcular las capturas.

También quieren elevar la llamada «tasa de explotación», ya que según el plan, cuando las existencias de anchoas superen las 33.0000 toneladas el Total Admisible de Capturas (TAC) supondrá un 30% del nivel de biomasa. Los pescadores pretenden elevar ese porcentaje al 40%.