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Partido en Zorrilla

A cortar la hemorragia antes de que salten las alarmas

El Athletic confía en recuperar su mejor versión tras encajar su tercera derrota consecutiva en Bremen. Visita a un Valladolid que acumula siete meses sin ganar en Zorrilla. Joaquín Caparrós recupera a Markel Susaeta y Xabi Etxeita para la cita.

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VALLADOLID - ATHLETIC

Amaia U. LASAGABASTER |

El buen debut liguero permite al Athletic permanecer cómodamente instalado en la parte alta de la clasificación. Las tres derrotas consecutivas que acumulan los rojiblancos, sin embargo, se convierten en un lastre cuyas consecuencias no acostumbran a ser precisamente benéficas. Así que el equipo quiere calmar la necesidad, ahora que el margen es todavía amplio, para evitar tener que lidiar con la urgencia más adelante.

La visita a Valladolid se convierte, así, en el enésimo examen de la temporada. Aunque el matiz es diferente. Los que se solventaron con éxito ante Austria y Villarreal pusieron a prueba el juego de un equipo aliado con el triunfo; el de Zorrilla invierte el orden y exige un buen resultado para el aprobado. Aunque ambas cuestiones van de la mano, como ha demostrado el propio equipo rojiblanco, que ha ganado aburriendo, pero no ha perdido enamorando. Con la excepción, muy relativa, de Bremen: los bilbainos lo hicieron bien tras el descanso, pero el petarzado que ofrecieron hasta el descanso pesó demasiado.

Al menos ya hay referencias para encontrar el camino que conduzca al Athletic a «acumular puntos» y romper «la inercia». «Es un partido para romper una inercia perdedora y de estar encajando goles -ocho en los tres últimos partidos-, aunque las derrotas no han hecho mella», destaca Caparrós, que se fía de los suyos, pero no del Valladolid. «Es un equipo nuevo, que ha tenido muchos cambios -explica-, pero con un entrenador como Mendilibar va a ir a más y ser muy competitivo». De momento no lo ha conseguido, sobre todo en Zorrilla, donde los blanquivioletas no han ganado desde el pasado 15 de marzo.

Una mala racha que el Athletic intentará prolongar con novedades en el once. Los beneficiados por las rotaciones son esta vez Xabi Etxeita y Markel Susaeta, que sustituyen en la convocatoria a Igor Gabilondo y al sancionado Fernando Amorebieta. Además del eibarrés, regresarán al equipo titular Ustaritz, Koikili y David López. Iker Muniain, totalmente recuperado del golpe que sufrió en Bremen, estará en el banquillo.

 
Un momento delicado (no sólo) para Mendilibar

José Luis Mendilibar atraviesa uno de los momentos más delicados desde que llegó a Valladolid, hace tres años. Incluso un sector de la afición, siempre fiel al entrenador que devolvió a los blanquivioletas a Primera, muestra ya su descontento de forma patente.

Pese a que el Valladolid no ha sido capaz de ganar en casa desde el pasado 15 de marzo y que en las cinco primeras jornadas sólo ha podido sumar un triunfo, no parece una cuestión exclusiva de estas temporada. Ha habido, de hecho, otras rachas negativas, que no han acabado con la trayectoria vallisoletana de Mendilibar. Hace poco menos de un año, sin ir más lejos, el técnico fue renovado hasta 2010, cuando el equipo marchaba penúltimo en la tabla.

El ambiente, sin embargo, parece haberse enrarecido en los últimos tiempos. Incluso en el vestuario, repleto de caras nuevas, con declaraciones altisonantes de Justo Villar y el silencio de Pelé, jugadores con los que apenas está contando el técnico; o las críticas de Borja. Desde el entorno del equipo se cuestiona, además, la falta de oportunidades a Alberto Bueno -ni siquiera está convocado ante el Athletic-, un delantero por el que se han pagado 3 millones de euros, todo un récord para un club poco acostumbrado a ese tipo de dispendios económicos.

A Mendilibar, con todo, le sigue avalando su trayectoria en el banquillo blanquivioleta. Llegó en 2006 y un año después ya estaba en Primera, después de haber mantenido al equipo en el primer puesto de la categoría de plata desde la 15ª jornada de Liga. En las dos temporadas posteriores ha podido con el reto -con muchos apuros la campaña pasada, cuando apenas le sobró un punto, tras saldar las 11 últimas jornadas sin un solo triunfo- de mantener a un club que, por presupuesto, parte siempre entre los candidatos al descenso.

El mal que aqueja al vizcaino no es exclusivo. Una cuarta parte de los banquillos de Primera tiene inquilinos vascos y sólo a Miguel Ángel Lotina le sonríe la vida. Peor lo está pasando Unai Emery en el eléctrico banquillo del Valencia -con polémica con la estrella ché David Villa incluída- y qué decir de Ernesto Valverde y José Angel Ziganda, con sus equipos al fondo de la clasificación. Especialmente duro está resultando el arranque de temporada para el primero. Con un Villarreal que aspira a todo, o casi, no conoce la victoria en Liga y el jueves cayó derrotado en Austria. Basta decir que su presidente le ha ratificado en el puesto. Qué mal rollo. A.U.L.

ACOMPAÑADOS

No faltan en ningún estadio, pero la presencia de seguidores rojiblancos suele ser especialmente llamativa en Zorrilla. El choque de esta tarde -con las entradas que se pusieron a la venta en San Mamés agotadas- no será una excepción.

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