El Parlamento de Gasteiz aprobó ayer, con los votos de PNV y PP, una Proposición no de Ley por la que insta al Gobierno español a que posibilite el embarque de infantes de marina del Ejército español en los atuneros que operan en el océano Índico, «en número suficiente y dotados de armamento necesario para que las tripulaciones embarcadas en dichos atuneros puedan faenar en condiciones de seguridad razonables».

La propuesta, una enmienda transaccional de estos dos partidos a una proposición del PP, defiende también que los militares deberán «hacer frente» a «los intentos de asalto de los piratas que merodean en la zona».

En sus intervenciones, los parlamentarios del PP y del PNV, Anton Damborenea y Unai Rementeria, respectivamente, defendieron su iniciativa apelando al ejemplo del Estado francés, en cuyos buques navegan militares desde hace meses. «La solución francesa ha dado resultado», esgrimió el representante jeltzale, quien sostuvo que la «Operación Atalanta» no ha funcionado y que la contratación de mercenarios privados tampoco supone una garantía.

«No van a desaparecer»

En contra de esta iniciativa votaron PSE, EA, EB, UPyD y Aralar. A excepción de este último partido, el resto acordó una enmienda alternativa en la que pedían la adopción de medidas «para establecer un sistema de seguridad sólido y estable mediante el despliegue de una fuerza internacional formada principalmente por los estados de la UE que proteja el libre tránsito de los buques».

Benjamin Atutxa, del PSE, consideró que embarcar militares en los pesqueros «supone pan para hoy y hambre para mañana», y rechazó esta opción porque «puede elevar la tensión y la violencia» en aquellas aguas, ya que siempre va a haber «piratas dispuestos a todo por un botín». Este argumento, en cualquier caso, resulta igualmente aplicable a la presencia de guardas de seguridad privados, y el Gobierno del PSOE ha dado permiso a los armadores para que estos embarquen.

Jesús Mari Lazarrabal, de EA, y Mikel Arana, de EB, rechazaron cualquier presencia armada en los atuneros. Larrazabal valoró que la vía francesa es sólo «una solución momentánea que sirve para salvar a unos mientras se ataca a otros». Arana, preguntó qué pasará «en el momento en que todos los barcos de la zona lleve gente armada». «¿Creen que los piratas van a desaparecer, que se van a quedar en casa?. Yo creo que no», afirmó.