El amamantamiento es el mejor analgésico para la prueba del talón en bebés
El pinchazo en el talón que reciben los bebés para testar si sufren ciertas enfermedades, duele. Un estudio del Hospital de Basurto revela que el mejor analgésico es realizar la prueba mientras se les amamanta.
Joseba VIVANCO |
La prueba del talón es aquella que se les practica a los bebés recién nacidos y en el mismo centro hospitalario para detectar algunas enfermedades poco frecuentes, pero graves. En la red sanitaria vasca se lleva haciendo desde hace tres décadas y los más de 470.000 test realizados han dado como resultado que, por ejemplo, se detectaran cerca de 130 niños con hipotiroidismo y unos cuarenta con errores congénitos del metabolismo. Porcentualmente son pocos casos, pero su detección es vital para todos ellos.
Una prueba rutinaria consistente en pinchar el talón del bebé apenas 48 horas después de su nacimiento. Se hace con una lanceta estéril para extraer unas gotas de sangre. Una acción que, a pesar de que históricamente se pensaba que los lactantes no sentían dolor debido a la inmadurez del sistema nervioso central, resulta dolorosa para el pequeño, tanto por el pinchazo en sí como por la sujección del pie y la presión sobre el talón para extraer la media docena de gotas necesarias.
Un dolor que se suele paliar con diferentes procedimientos analgésicos, algo que ha puesto en entredicho un estudio a cargo de un grupo de médicos del Servicio de Pediatría y la Unidad de Enfermería del Hospital de Basurto y publicado en el último número de ``Anales de Pediatría''. ¿Su alternativa? Proceder a la toma sanguínea del talón cuando se le amamanta «representa un método analgésico más efectivo».
Estos doctores decidieron analizar el efecto de la lactancia materna para aliviar ese incómodo pinchazo. Llevaron a cabo su estudio sobre 228 recién nacidos, de los que a 70 se les extrajo la sangre del talón durante la toma de leche. Compararon los resultados en la escala de malestar con quienes recibieron otros procedimientos analgésicos -como placebos o sacarosa- y el resultado fue que estos segundos mostraron una puntuación en la escala de malestar de 0,62 y un tiempo de llanto medio de 0,19 segundos. Por contra, quienes recibieron el pinchazo durante el amamantamiento reportaron un descenso del malestar del 51% y de un 98% en el tiempo de llanto.
La leche materna está compuesta por diversos componentes como los nucleótidos, que desempeñan un papel muy importante en la regulación del sueño del bebé. Un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista ``Nutritional Neuroscience'', confirma que la leche materna tiene unos niveles determinados de composición, según el momento del día. La leche, recogida de 30 mujeres, se extrajo durante un periodo de 24 horas, a razón de 6-8 muestras diarias. La máxima concentración de nucleótidos fue durante la noche. «Esto nos hace pensar en la leche como un inductor al sueño del bebé», indica Cristina L. Sánchez, investigadora en el Laboratorio de Crononutrición de la Universidad de Extremadura. «La leche tiene componentes que son propios del día y promueven la actividad del lactante, y otros propios de la noche que facilitan su reposo», explica. Al bebé se le tendría que dar la leche a la misma hora en la que la madre lo extrajo de su pecho, defiende. «Es un error cuando la madre se saca leche del pecho a una hora del día, la almacena y después se la da al bebé a una hora diferente», confirma . GARA
