Siempre habrá, como ocurrió en 1936, un puñado de valientes dispuestos a recuperar, aunque sea por las armas, esta bonita tierra de Navarra». Caray. Ya es verdad, ya. Pero no sabía yo que en estos tiempos de cambio, en los que decir que decir tengo un primo en Alcalá Meco es constitutivo de un delito probado de exaltación del terrorismo, estas cosas se podían decir, abiertamente y con altavoz. Que me imagino las mismas palabras en boca de Arnaldo Otegi, la alcaldesa de Hernani o cualquier concejal de ANV y por dios qué mareo de pensar en los jueces citando, los fiscales acusando, las manos blancas acusando más; los contertulios vociferando, los demócratas de siempre ilegalizando las ikastolas y los demócratas de izquierdas felicitando a las FSE que siempre es bueno tener un detalle. Pero lo ha dicho la Falange y no ha pasado naaaaaaaaaaaada de nada. De donde se deduce que decirlo constituye un riguroso y muy saludable ejercicio democrático al que cualquiera podemos apuntarnos. Así lo refrendaba además «Diario de Navarra», que después de transcribir la frase en cuestión sin epíteto ni calificativo que la acompañara, pasaba a llamar «violentos» a todos los demás. Lo que es tan clarificador, siempre lo agradezco.

Me queda la duda de si corregir un par, sólo un par, de inexactitudes, será legal o, como lo del primo en Alcalá Meco, constitutivo de delito. Porque lo que ocurrió en el 36 en esta bonita tierra de Navarra fue que las hordas fascistas enterraron en las cunetas a 3.400 valientes desarmados. Y que no hay ninguna Navarra que recuperar, porque como siempre ha habido un puñado de valientes que la han defendido, nunca la hemos perdido.