Un comunicante anónimo informó ayer a GARA de que el pasado 30 de setiembre llevaron a cabo un sabotaje contra una máquina excavadora en Ibarra. Según detalló, prendieron fuego a la máquina, que resultó calcinada, por lo que los trabajos que llevan a cabo cerca del río se paralizaron durante una semana.

El comunicante anónimo señaló que el ataque se realizó contra una máquina excavadora de la empresa UTE Benta Aundi. Denunció que detrás de esa empresa se esconden varias empresas que construyen el Tren de Alta Velocidad en Euskal Herria. Y ésa ha sido la razón que esgrimió para llevar a cabo el ataque.

Silencio y ocultación

«A quienes están destruyendo nuestras tierras, a quienes se están enriqueciendo a costa del futuro de este pueblo y a todos aquellos que colaborar con estos hemos querido transmitir un mensaje sencillo. Con los que promueven la destrucción, es decir, con Amenabar, Fonorte, Adif, Uria... ¡no se puede colaborar!».

Asimismo, el comunicante también denunció el silencio que se ha impuesto sobre todo lo relacionado con el TAV, «como este ataque», con objeto, a su entender, de dar una imagen de que «no hay movimiento, no hay oposición, no hay respuesta. Ocultan todo y así dibujan la sociedad que ellos emiten desde los (des)informativos. Por desgracia para ellos, nosotros no estamos de acuerdo».