Crónica | Presidenciales afganas
La espera para conocer los resultados se acerca a su fin
Las autoridades electorales de Afganistán quieren terminar su investigación sobre las acusaciones de fraude en los comicios presidenciales y anunciaron los resultados en pocos días, posiblemente antes del fin de semana.
Lynne O'DONNELL
Según un representante electoral, el anuncio -el nombre del próximo presidente afgano o la celebración de una segunda vuelta- «podría producir en cinco o siete días».
Las elecciones presidenciales del 20 de agosto estuvieron salpicadas de numerosas acusaciones de fraude, la mayoría en contra del presidente saliente, Hamid Karzai.
Para los observadores de la Unión Europea, un cuarto de las papeletas, cerca de millón y medio, son «sospechosas». De ellas, 1,1 millones son favorables a Karzai.
Según los resultados preliminares que deben ser confirmados tras la publicación de los resultados de las investigaciones de fraude, Karzai se impuso en la primera vuelta de las elecciones con un 54,6% de los votos, frente al 27,8% de su principal rival, el antiguo ministro de Exteriores, Abdullah Abdullah.
Las autoridades han acabado ya con los preparativos para una posible segunda vuelta en el caso de que el resultado de Karzai caiga por debajo del 50%. Este segunda vuelta debería celebrarse antes de que el invierno convierta en inaccesible una gran parte del país. Pero según un organismo internacional de investigación, el ICOS (International Council on Security and Development), los habitantes del sur, base electoral de Karzai, podrían optar por la abstención en esta eventual segunda vuelta.
«La desilusión hacia las elecciones, a causa de los fraudes, es tan fuerte que acabará en un boicot a la segunda vuelta», estima Norine McDonald, presidenta fundadora del ICOS, basado en la provincia de Helmand, un bastión talibán del sur afgano.
«El sentimiento de que Karzai ha sido cómplice de los fraudes y la crisis política consiguiente lo han alejado de su base electoral tradicional. Si se enfrenta a una segunda vuelta, tendrá dificultades siquiera para mantener sus votos de la primera», añadió McDonald.
Con el análisis de las urnas ya concluido, las investigaciones sobre las quejas por fraude deberían acabar mañana, según una fuente de la Comisión de Quejas Electorales (ECC), encargada de velar por la validez del escrutinio.
Dimisión en la ECC
Para incrementar la sensación de caos, uno de los dos comisarios afganos de la ECC, Mustafa Barikzai, dimitió ayer, acusando a sus tres colegas extranjeros nombrados por la ONU de «no respetar el voto del pueblo afgano ni la Constitución».
Abdullah, principal acusador de Karzai, dijo el domingo que «estaba convencido de la transparencia» del proceso de análisis de las urnas, asegurando que «no nos encaminaremos hacia una segunda vuelta».
Aunque no se prevén reacciones violentas en caso de que se proclame la victoria de Karzai, McDonald considera que las manifestaciones podrían limitarse a los bastiones norteños de Abdullah.
«Aunque sus partidarios estarán encolerizados, no creo que Abdullah quiera excitarles», explicó.
Para Atta Mohammed Noor, el poderoso gobernador de la provincia norteña de Balj, nombrado por el presidente de Karzai pero partidario de Abdullah en estos comicios, una victoria de Karzai basada en el fraude sería inaceptable.