Movilizaciones ante el 12 de octubre
Más de 2.000 personas repudian en Iruñea el fascismo de ayer y de hoy
Bajo el lema «Atzoko eta gaurko faxismoari stop», más de 2.000 personas se manifestaron ayer en Iruñea para mostrar su rechazo a los ataques y amenazas fascistas que se vienen sucediendo durante los últimos meses en Nafarroa y en otros lugares de Euskal Herria. La manifestación finalizó con un pequeño acto político en la Plaza Conde de Rodezno, junto al emblemático Monumento a los Caídos levantado durante la dictadura franquista.
Iñaki VIGOR | IRUÑEA
La manifestación de Iruñea comenzó a las 17.45 junto a la vieja estación de autobuses, encabezada por una pancarta con el lema de la marcha y un joven ataviado como el personaje del Bobo de Otsagabia, que realizó todo el recorrido descalzo.
La marcha estuvo vigilada de cerca por varias dotaciones de la Policía española, tal como había ordenado Grande-Marlaska. El juez de la Audiencia Nacional española había rechazado prohibir las manifestaciones contra el fascismo y la guerra sucia convocadas en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria y en Santurtzi, tal como había solicitado la asociación derechista DyJ, pero al mismo tiempo ordenó a los cuerpos policiales que las disolvieran si se exhibían pancartas ligadas a asociaciones ilegales o se exhibían fotografías de personas condenadas por su relación con la organización ETA.
Los participantes en la manifestación de Iruñea comenzaron dando gritos de «PSOE, GAL, berdin da», «Borroka da bide bakarra», «Independentzia» y «Jo ta ke irabazi arte».
Al pasar cerca de la sede de UPN dieron gritos de «UPN cunetero» y «UPN, PSN faxistak». Poco después pasaron junto a la Delegación del Gobierno español en Nafarroa, donde arreciaron los gritos de «Alde hemendik, utzi pakean» y «Zuek, faxistak, zarete terroristak», además de dirigir una sonora pitada y gritos de «guau, guau» a los agentes policiales que custodiaban el edificio gubernativo con material represivo.
Haciendo ondear numerosas ikurriñas y banderas de Nafarroa, los participantes en la manifestación variaron en esta ocasión el recorrido habitual y se dirigieron por la Avenida de Carlos III hasta la Plaza del Conde Rodezno, denominación franquista que la alcaldesa de Iruñea, Yolanda Barcina, se niega a cambiar.
Allí, en un lateral del emblemático Monumento a los Caídos, tuvo lugar un pequeño acto político en el que intervinieron, en castellano y euskara, María Santos Santaquiteria y Dani Saralegi, uno de los jóvenes que ha sufrido amenazas fascistas.
Ambos recordaron que en los últimos meses se han venido sucediendo «amenazas, agresiones y sabotajes por parte de incontrolados», todo ello «bajo la mirada condescendiente de políticos, jueces y policías».
También recordaron las actuaciones policiales y judiciales contra los bares Ezpala, Zurgai e Ipargorri, el secuestro y torturas al arbizuarra Alain Berastegi, las pintadas falangistas que se vienen sucediendo en diversas zonas de Nafarroa, especialmente en Baztan-Bortziriak, los ataques contra la ikastola de Tutera y el monumento a los fusilados de Sartaguda, y la desaparición de Jon Anza, entre otros.
Aurresku y ovación
Tras hacer un paralelismo entre esta situación y los tiempos del GAL y denunciar la actitud de las instituciones públicas ante estos hechos, Saralegi y Santaquiteria dijeron que el objetivo de los mismos es «coartar la libertad de pensamiento y actuación de las personas que creemos en otro modelo de convivencia», así como «amedrentar a la ciudadanía» y a las personas que vienen trabajando en la recuperación de la memoria histórica y en colectivos y organismos populares de diverso tipo.
Los gritos de «Herriak ez du barkatuko» dejaron paso a un aurresku de honor dirigido a quienes portaron la pancarta con el lema «Atzoko eta gaurko faxismoari stop», en representación de todas las personas y colectivos que vienen sufriendo ataques de tipo fascista.
El homenaje finalizó con un fuerte aplauso de las personas que llenaban la parte lateral de la Plaza Conde de Rodezno.
A continuación intervino Fran Balda, teniente alcalde del Ayuntamiento de Arbizu que ha sido amenazado recientemente mediante pintadas fascistas. Este concejal recordó las miles de personas muertas y desaparecidas bajo el régimen franquista, denunció que el Estado español sigue sin esclarecer el caso de Jon Anza y constató que, este tipo de acciones suelen coincidir con las épocas en que se vislumbra un cambio político para Euskal Herria.
«Cada vez que el cambio ha sido posible, se han abierto las cloacas del Estado español», afirmó el concejal abertzale.
Compromiso de trabajo
Fran Balda añadió que los generales franquistas Emilio Mola y José Sanjurjo fueron «las simientes sobre las que han florecido este tipo de ataques» en Nafarroa, y concluyó recordando el compromiso de miles de personas para seguir trabajando por los derechos de Euskal Herria y de los sectores populares.
Con el canto del «Eusko gudariak» por parte de los participantes en la manifestación y los gritos de «Gora Euskal Herria askatuta» y «Gora Euskal Herria gorria» a cargo del propio Fran Balda, se dio por finalizada la manifestación y el pequeño acto político.
Estos actos habían sido convocados precisamente para ayer, 12 de octubre, por personas que han venido sufriendo agresiones o amenazas fascistas.
El carácter de esta manifestación contrastó con el acto oficial que tuvo lugar por la mañana en la Comandancia de la Guardia Civil, con presencia de Miguel Sanz, Yolanda Barcina, Elma Sáiz y representantes de todos los cuerpos policiales, incluida en esta ocasión la gendarmería francesa.
La asociación derechista DyJ había pedido que fueran prohibidas las marchas convocadas en las capitales vascas con motivo del 12 de octubre. El juez Grande-Marlaska las autorizó pero ordenó a los cuerpos policiales que las vigilasen.
Al pasar cerca de la sede de UPN, los manifestantes dieron gritos de «UPN cuneteros» y «UPN, PSN faxistak». También dieron gritos de «PSOE, GAL, berdin da» y «Alde hemendik, utzi pakean» al pasar junto a la Delegación del Gobierno español en Nafarroa.
La manifestación de Gasteiz, que reunió a más de 500 personas, fue paralizada por la Ertzaintza alegando que se estaban dando gritos en contra de las instituciones y de la Policía. Finalmente permitió que pudiera realizar el recorrido previsto.
Junto al Monumento a los Caídos de Iruñea se celebró un pequeño acto político en el que se denunció que las amenazas, agresiones y sabotajes fascistas se vienen sucediendo «ante la mirada condescendiente de políticos, jueces y policías».
Fran Balda, concejal del Ayuntamiento de Arbizu que ha recibido amenazas, afirmó que no hay «ninguna duda» sobre el origen de las acciones fascistas y constató que «cada vez que el cambio es posible se han abierto las cloacas del Estado español».
Además de la manifestación de Iruñea, ayer por la tarde hubo otras movilizaciones contra el fascismo y la guerra sucia en las demás capitales vascas de Hego Euskal Herria y en Santurtzi, donde se congregaron unas 160 personas.
En Donostia participaron más de millar y medio de personas en la marcha convocada por el movimiento pro amnistía por las calles del centro de la ciudad. La marcha comenzó a las 18.15 en el Bulevard, encabezada por una pancarta con el lema «Gerra zikiña, faxismoa, aski da. Alde hemendik», y recorrió durante una hora varias calles entre gritos a favor de la independencia y de los presos políticos.
Al término del acto, que estuvo vigilado por la Ertzaintza pero transcurrió sin incidentes, uno de los participantes señaló que «el 12 de octubre hay poco que celebrar, ya que es el día de la represión y de la guerra sucia».
También acusó al Gobierno español de haber diseñado «una estrategia de represión sin medidas» para castigar a los independentistas vascos, al tiempo que animó a los asistentes a continuar la lucha por los derechos nacionales.
En lo que se refiere a Gasteiz, la manifestación convocada por el movimiento pro amnistía contó con la participación de más de 500 personas y comenzó poco después de las 19.30 en la Plaza de Correos, para finalizar una hora después en el mismo lugar tras recorrer las calles céntricas de la ciudad entre constantes gritos a favor de la independencia y de los presos políticos y en contra de la guerra sucia.
Los manifestantes estuvieron vigilados a escasa distancia por numerosos agentes de la Ertzaintza, que llegaron a paralizar la marcha durante un cuarto de hora, aproximadamente, alegando que se estaban dando gritos contra las instituciones y la Policía.
Al final, los ertzainas permitieron que los manifestantes prosiguieran la marcha, y ésta pudo finalizar sin nuevos incidentes. Los convocantes de la misma denunciaron que los agentes grabaron en vídeo a las personas que tomaron parte en este acto autorizado.
Por último, la manifestación de Bilbo partió pasadas las 19.30 de la céntrica Plaza de Indautxu, figurando al frente de la misma una pancarta contra el fascismo y la guerra sucia y otra en recuerdo a Jon Anza. También en esta ocasión estuvo vigilada por agentes de la Ertzaintza, a quienes dirigieron gritos de «Utzi pakean, alde hemendik».
Asimismo, se corearon lemas contra la tortura y otros de «PSOE, GAL, berdin da», sobre todo durante la concentración que se realizó en la Plaza Moyúa ante la Delegación del Gobierno español en Bizkaia.GARA
El recuerdo a Jon Anza y los gritos contra el PSOE y el GAL fueron comunes en las manifestaciones celebradas en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria y en Santurtzi. La Policía no intervino y todas ellas finalizaron sin incidentes.