CCOO denuncia altos ritmos y jornadas de doce horas en la Torre de Iberdrola
CCOO denunció en Bilbo, ante la Torre de Iberdrola, los altos ritmos que soportan los trabajadores y las jornadas prolongadas de doce horas. Criticaron al presidente de Iberdrola, Sánchez Galán, por pedir rapidez.
Juanjo BASTERRA
CCOO de Euskadi, con su secretario general Unai Sordo a la cabeza, alertó ayer en Bilbo de «los altos ritmos de trabajo» y las jornadas de «más de doce horas» en las obras de la emblemática Torre de Iberdrola de Abandoibarra. Iñaki Merino, responsable de la Federación de la Construcción, afirmó a GARA que «es muy bonito, como hizo el presidente de Iberdrola José Ignacio Sánchez Galán, venir a decir que las obras van bien y que hay que agilizar su terminación, pero los trabajadores se encuentran con una presión constante a 125 metros el suelo».
Para Merino, «es intolerable que con la crisis económica actual y el nivel tan elevado de paro, se realicen jornadas de trabajo de doce horas, pero es así. Se pone en riesgo de forma innecesaria a los trabajadores, aunque éstos tampoco deberían aceptar ese sobreesfuerzo».
Por ese motivo, CCOO de Euskadi pide a la Inspección de Trabajo y a Osalan que controlen a jornada completa esa obra, porque «el nivel actual de la construcción supone la llegada de más trabajadores de diferentes subcontratas y gremios que van a estar unos encima de otros, por lo que el riesgo aumenta». Según los datos de Merino, en la Torre de Iberdrola en Abandoibarra trabajan a diario en torno a los 350 trabajadores, pero «a partir del momento actual ese número se elevará a 800 ó 900 trabajadores, lo que eleva también el nivel de riesgo a un accidente».
«Que sirva de vacuna»
El responsable de la Federación de la Construcción de CCOO Euskadi precisó que «nuestra protesta ante las obras sólo busca que sirva de vacuna y de que se tome nota de la situación laboral, porque se trabaja a unos ritmos de esclavitud. Eso no puede ser, menos en el momento actual donde las listas de paro son interminables».
La central sindical censuró la actitud de Sánchez Galán la pasada semana cuando realizó una visita a las obras y declaró que «vista la buena marcha de las obras, se acelerarán los ritmos para cumplir con holgura el calendario». Para CCOO, este tipo de anuncios es «un despropósito» y pidió a las Administraciones públicas que controlen los niveles de prevención de riesgos laborales. En este sentido, afirmó que se actúa «con irresponsabilidad» al reclamar más agilidad lo que lleva a accidentes como el último portal en la Supersur de Bilbo, «donde ya se han producido varios».
Por eso, entiende que «en jornadas de doce horas es habitual que la presión, el cansancio y las prisas por cumplir los plazos para acabar una obra terminan imponiendo que el trabajador no pueda ni pensar». A la vez, CCOO denuncia que «este tipo de obras suelen subcontratarse a empresas que no cumplen las condiciones del convenio provincial del sector, que pagan menos por obra, de manera que los trabajadores deben realizar jornadas maratonianas para conseguir un sueldo digno».
Por último, Merino explicó que no es la primera vez que ocurre una acumulación de trabajadores a altos ritmos «porque ya nos pasó en el Eroski de Portugalete, donde el trabajo fue una locura con cuatro o cinco gremios a la vez».
Iñaki Merino, responsable sindical de la Federación de la Construcción, reclama a la Inspección de Trabajo y a Osalan un control exhaustivo de la obra donde trabajan 350 empleados, pero se multiplicará en breve.