El gran Hermann Maier ha decidido retirarse a pocas semanas de cumplir 37 años y después de varias temporadas salpicadas por lesiones. El lugar escogido para decir adiós a las pistas no fue baladí, ya que anunció su retirada bajo los tejados de la residencia imperial de Habsburgo, en el corazón de Viena, donde Hermann es ya toda una leyenda.

Maier, cuyos padres poseen una escuela de esquí, saltó a la fama gracias a sus dos títulos olímpicos en Nagano'98. Tras sufrir una terrible caída en el descenso, acabó ganando el oro en gigante y en supergigante. Perdura la irónica contestación a las felicitaciones de su paisano Arnold Schwarzenegger: «Posiblemente va a tener que guardar `Terminator' y filmar `Herminator'». El sobrenombre se le quedó para siempre.

Entre otros muchos logros, Maier puso fin a 28 años de sequía para Austria en la clasificación general masculina de la Copa del Mundo. Y en 2001 igualó el récord de Ingemar Stenmark al lograr 13 victorias en una temporada. Pero el mejor ejemplo del pundonor que ha caracterizado la carrera de Maier fue su victoria en el supergigante de Kitzbuehel, en la meca del esquí, tan sólo 13 días después de reaparecer tras un larguísimo periodo de inactividad -casi dos años- debido a un accidente de moto que a punto estuvo de costarle la amputación de una pierna.