¿Un proyecto con forma de trampolín?
Natxo MATXIN
Siempre ha respondido lo mismo cuando se le ha preguntado: «Estoy muy a gusto en esta ciudad porque aquí se respira fútbol». Sin embargo, el semblante diario de Camacho, aun siendo un tipo de reconocido carácter serio, no parece reflejar ese estado de ánimo.
Bien es cierto que su escuadra no le da margen para muchas alegrías, pero es que ni siquiera cuando hay un triunfo de por medio aparece la sonrisa en su rostro. Y ya saben que la cara es el espejo del alma. Y que el juego de un equipo depende en gran medida de las sensaciones que sepa transmitir su técnico.
Si a ello unimos la ausencia de un proyecto a medio plazo -Camacho sólo se ha comprometido por esta campaña-, amparada tal circunstancia en que la actual junta directiva finaliza su mandato, pues no debería extrañar que se hable de trampolines o rampas de lanzamiento futuras.