Los piratas amenazan con represalias si se intenta el rescate del «Alakrana»
Los piratas que mantienen apresado desde hace doce días al atunero vasco «Alakrana» exigieron ayer liberar a los dos detenidos, sacar todos los barcos de la Armada española y detener la pesca en las aguas somalís como condiciones para empezar a negociar la liberación del barco. Además, se mostraron dispuestos a adoptar represalias si se intenta el rescate del pesquero, incluido «matar a los tripulantes».GARA |
Los piratas somalíes que tienen apresado el atunero vasco «Alakrana» amenazaron ayer con represalias, incluida la muerte de los tripulantes, si la Armada española o fuerzas navales de la Unión Europea intentan rescatar el pesquero.
En una conversación con Efe, Abdi Benlow, conocido como «Sugulle Ali», dijo desde la población costera de Hindawao, entre las ciudades de Haradhere y Hobyo, en la zona central somalí, que tienen «tres condiciones que se han de cumplir antes de cualquier negociación para liberar al Alakrana».
«Nuestras condiciones son sencillas: España debe primero liberar sin condiciones a nuestros dos compañeros detenidos; segundo, retirar todos sus buques de guerra y detener la pesca de los barcos españoles que violan aguas somalíes», recalcó Sugulle Ali, según la citada agencia.
Ali no quiso confirmar si el «Alakrana» se encuentra en la zona de Hindawao, donde tuvieron retenido al buque ucraniano «Faina» entre setiembre de 2008 y febrero de 2009, con una carga de carros de combate, armamento y municiones, pero aseguró que está en un «ambiente seguro».
«Si no respetan lo que les decimos, se creará animadversión contra los ciudadanos españoles y no será bueno para ellos», agregó.
También se quejó de que un avión militar español está sobrevolando el barco, pero insistió en que no les amedrentarán ni les harán desistir de mantener el barco secuestrado.
Para Sugulle Ali, la Armada española planea rescatar el «Alakrana» y «piensan que somos estúpidos, como cuando la Armada francesa nos atacó. Ahora estamos preparados y listos para la acción si somos atacados».
«Nuestras acciones incluirán matar a los tripulantes», advirtió, tras recordar las dos acciones en que comandos de la Armada francesa han actuado para liberar rehenes y barcos galos en las aguas y en tierra en Somalia, operaciones en las que fueron detenidos una decena de piratas y murieron cinco.
El mes pasado, los piratas liberaron a tres ciudadanos de las Seychelles, tripulantes de un crucero turístico, después de que las autoridades de esas islas pusieran en libertad a 23 de ellos.
La ministra española de Defensa, Carme Chacón, sin embargo, aseguró que no le constaba que existieran amenazas por parte de los secuestradores. Desde Bosnia, aseguró que los militares españoles integrados en la operación Atalanta de la Unión Europea «han hecho un buen trabajo» y tienen «la obligación y el deber de capturar a piratas en flagrante delito, siempre que no expongan vidas de inocentes. Aseguró que los buques de la operación Atalanta destacados en el área de Somalia están volcados «con todos sus medios» en la liberación del Alakrana..
Aumenta la inquietud
Las detenciones han complicado así la solución del secuestro y han aumentado la inquietud en Bermeo. Su alcalde, Xabier Legarreta, afirmó ayer que los arrestos obstaculizan la negociación, y pidió terminar con la misma para que los arrantzales puedan regresar a casa sanos y salvos. Hermelinda de los Santos, la madre de Francisco Valavés, tercer capitán del barco que reside en Ondarroa, lamentó el trato que los marineros están recibiendo de sus secuestradores y afirmó que «hasta ayer no les dejaron ducharse ni dormir en sus camas».
«Esto es muy duro, porque me paso el día pendiente del móvil, esperando noticias», explicó De los Santos, que se mostró pesimista sobre la posibilidad de que el secuestro se solucione en breve.
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón acordó ayer el ingreso en prisión de los dos somalíes detenidos el pasado 4 de octubre cuando abandonaban en un esquife el buque «Alakrana». En su auto, Garzón considera que forman parte de un grupo constituido hace más de 20 años llamado Burcad Badeed («Los que roban en el mar»), e incluso establece quiénes lo dirigen.
Por el contrario, ambos declararon que estaban pescando cuando los verdaderos piratas llegaron en lanchas y les obligaron a acercarse al atunero vasco, dejándoles marchar dos días después. En cuanto a los teléfonos móviles y el dinero que los militares españoles hallaron en su esquife, el más joven de los detenidos, «Abdu Willy», afirmó que se trataba de una compensación que les dieron los piratas por haberles utilizado para el secuestro. En similares términos se manifestó el otro detenido, «Raageesey», cuando Garzón acudió a interrogarle al Hospital Gregorio Marañón, donde fue ingresado con una herida de bala en el pecho. Garzón considera, sin embargo, que se les pagó 2.500 dólares por participar en el secuestro y decretó prisión para ambos por los delitos de «asociación ilícita, 36 delitos de detención ilegal, y otro de robo con violencia y uso de armas». Según el auto judicial, «Raageesey» resultó herido cuando los militares dispararon desde el helicóptero sobre el esquife, cuando se levantó «bruscamente iniciando un movimiento sospechoso con la mano». Por su parte, «Abdu Willy» manifestó que era menor de edad. Garzón ordenó una prueba médica con la que concluyó que tiene 19 años.
Las detenciones han añadido dificultades a la negociación. Ahora los piratas reclaman también su liberación y la salida de la Armada y pesqueros de aguas somalís. Su reacción ha aumentado la preocupación entre los familiares