Dos personas se encaramaron ayer a primera hora de la mañana a dos robles en el barrio galdakoztarra de Bekea para impedir la tala de los últimos árboles del bosque y tratar así de paralizar las obras del TAV en el tramo entre Basauri y Zornotza. Patrullas de la Ertzaintza se desplazaron al lugar, identificando a ambos opositores y a un tercer manifestante, según informó la Policía autonómica.

La acción de los opositores a la alta velocidad comenzó alrededor de las 8.00 y, tal y como recordaron en una rueda de prensa representantes de la Asamblea contra el TAV, con la protesta no sólo intentan impedir que se derriben los árboles de Goikobaso, sino también solidarizarse con otros ciudadanos que protagonizan y han protagonizado acciones similares en Itsasondo, Legorreta, Durango, Bilbo, Portugalete, Donostia y Gernika.

Las dos personas que, en principio, se instalaron en los árboles desplegaron una pancarta y, al principio, lograron que una de las máquinas que trabajaba en el lugar parase. A lo largo de la mañana, vehículos policiales se acercaron hasta Bekea para vigilar la protesta pacífica.

«¡Aferrándonos a los árboles desde sus raíces, No al TAV!» es el lema de la iniciativa con la que pretenden concienciar a la ciudadanía de la necesidad de paralizar los trabajos de construcción de la ``Y'' vasca. En Galdakao, todos los días, a las 20.00, han convocado asambleas en el parque Ardanza, donde también se informará a los vecinos de las novedades que pueda haber y se ofrecerán detalles del tramo Basauri-Zornotza a su paso por el pueblo. El domingo, a las 13.00, una manifestación en solidaridad con las personas que se han encaramado a los robles de Bekea partirá desde la plaza del Ayuntamiento.

Estas personas que ayer se subieron a los robles en Galdakao pretende así solidarizarse con otros opositores al Tren de Alta Velocidad que se colgaron el 29 de setiembre de varias árboles en Itsasondo. El objetivo que persiguen es impedir que sean talados para efectuar las obras de infraestructura en el tramo entre Ordizia e Itsasondo y defender de este modo el bosque de esta última localidad.

Para llevar adelante su acción, montaron unas plataformas en tres hayas de alrededor de 120 años a unos 20 metros de altura. Su protesta ha dado pie a nuevas movilizaciones.