El Pentágono ha comenzado el despliegue no anunciado de 13.000 soldados en Afganistán, que se sumarán al contingente de 21.000 aprobado por el Gobierno de EEUU en marzo, informó ayer «The Washington Post».

Como parte de la nueva estrategia en ese país, el presidente Barack Obama autorizó en marzo el envío de 21.000 soldados con el objetivo de situar el contingente de EEUU en 68.000 a finales de año, la cifra más alta desde la invasión en 2001.

No obstante, según el diario, que cita fuentes de Defensa, el Pentágono ha comenzado el despliegue de «al menos» otros 13.000 soldados, que corresponden a tropas de apoyo, ingenieros, personal médico, expertos en inteligencia y policía militar, y destaca que su marcha no ha sido comentada por los oficiales del Pentágono, ni por la Casa Blanca, que sí anunció el envío de 21.000 tropas de combate.

Expertos explicaron que normalmente el Ejército necesita cientos de militares de apoyo por cada brigada (unos 4.000 soldados) enviada al exterior.

El Pentágono negó que Obama hubiera aprobado el envío, sin anuncio previo, de esos 13.000 soldados más, y señalaron que el despliegue de al menos la mitad de esos efectivos fue aprobada por su antecesor, George Bush.