Tasio Erkizia militante de la izquierda abertzale
Tomaremos el testigo de vuestro proyecto
Tasio Erkizia reconoce que las últimas detenciones de varios militantes abertzales de significado peso político ha supuesto un duro golpe para la izquierda abertzale. Sin embargo, también constata que la iniciativa deja al descubierto la debilidad política del Gobierno español y de la entente PSOE-PP, que les hace temblar ante la inminencia de una propuesta sólida, novedosa e ilusionante a la sociedad vasca. Los arrestos, opina, dejan al descubierto la baja calidad democrática del Estado español y deben animar a los independentistas a seguir en el camino trazado por quienes estos días duermen en los calabozos de la Audiencia Nacional.
Cegar u obstruir las vías políticas es el objetivo más importante que se persigue con las constantes detenciones de las personas con mayor referencia dentro de la izquierda abertzale. No es el único objetivo que persiguen con esta nueva operación contra personas tan relevantes como Arnaldo Otegi, Rafa Diez, Rufi Etxebarria, Miren, Arkaitz, Sonia etc., dirigido por las huestes del Sr. Rubalcaba, pero sí es el más importante.
La Policía, y por ende el Gobierno del Estado, sabía perfectamente que las personas detenidas estaban impulsando una iniciativa política de calado dirigida a la sociedad vasca, propuesta que sin duda alguna generaría una gran ilusión y entusiasmo popular. Y sabedores de ello, han apostado por cortarla de raíz. Simplemente tratan de poner puertas a ese soplo de aire fresco que iba a recibir la sociedad vasca.
Y esta razia policial no ha sido fruto de la casualidad ni una decisión de última hora del Sr. Garzón, sino una consecuencia lógica de una estrategia y la línea política diseñada por el Ministerio del Interior Español. Las afirmaciones tanto de Rubalcaba como del gallego Ares realizadas repetidamente este último verano no dejan lugar a dudas: «Aunque condene a ETA, la izquierda abertzale no va a participar en la política vasca». Son expresiones evidentes de un PSOE que ha decidido ilegalizar y dejar fuera de circulación la expresión más importante del proyecto político independentista. Convierte en delito la política coherente y crítica con un sistema de supeditación lingüística, cultural, económica y política para con España.
Al mismo tiempo, pretenden hacer mella en la moral de las bases abertzales. Durante los últimos meses, la prensa de derechas -que apoya sus noticias constantemente en fuentes policiales como es el caso de «Abc» o «La Razón»- varias veces han teorizado sobre el supuesto desmarque para con la organización ETA precisamente de esos líderes que ayer eran detenidos por seguir consignas de la misma. ¿En qué quedamos? ¿Cómo se puede contradecir de esa manera tan evidente? Todo ello sólo es entendible dentro de un plan perfectamente orquestado para ofrecer una imagen de desmandada general en la izquierda abertzale, apoyado todo ello en una guerra sicológica constante contra nuestro movimiento político. Todo vale contra la izquierda independentista: la mentira, la tergiversación, las noticias policiales sin el más mínimo contraste y, por supuesto, la detención, encarcelamiento y la posterior criminalización.
Un tercer objetivo, íntimamente unido a los dos restantes, es dejar despejado el camino del «Estado de las Autonomías». Ese bodrio de invento de la transición franquista que en unos años creó cierta ilusión pero que en la actualidad, tanto en las tres provincias occidentales como en Nafarroa, está «caducado», porque simplemente no responde a las aspiraciones de la gran mayoría de la población de Hego Euskal Herria, es el gran «descubrimiento» del Sr. López o del Sr. Sanz. Ese instrumento que en su día era rechazado por demasiado avanzado por el PP, hoy se convierte en la niña bonita de la derecha más recalcitrante. Los partidos españoles son los grandes defensores de ese instrumento creado para que los vascos «nos sintamos cómodos en España», aunque sea en contra de nuestra propia voluntad. Quieren ahogar un proyecto político independentista que les invalida la apuesta estatutista, justo en vísperas de esa gran fiesta en Ajuria-Enea en la que van a pregonar la necesidad de declarar como día festivo el 25 de octubre. ¿Coincidencia? ¿Casualidad?
Ante esta realidad, la pregunta que nos hacemos miles de abertzales es lógica: ¿y ahora qué? Ante todo, una vez más demostrar confianza en nuestro proyecto y nuestra capacidad de retomar la iniciativa. El golpe es duro y quizás logren reducir la velocidad del tren que estaba a punto de partir, pero no van a conseguir descarrilarlo y es más, van a fracasar en dicho intento. Debemos tener la seguridad de que somos miles los hombres y mujeres de izquierda y abertzales dispuestos a impulsar con renovado esfuerzo y determinación la apuesta por un proceso democrático que nos lleve a un escenario en el que todas las opciones políticas tengan las mismas opciones para ser defendidas. Ni estas detenciones ni otras que llevan a centenares de jóvenes a prisión nos van a desmoralizar ni caer en el desánimo.
Las últimas detenciones masivas, además de dejar en evidencia el carácter antidemocrático de un Estado que se apoya en las mismas estructuras militares, judiciales y económicas del franquismo, nos vuelven a indicar lo mucho que le preocupa nuestra capacidad de adoptar iniciativas políticas. Nuestra presencia en los medios de comunicación y sobre todo en las plazas de nuestros pueblos y barrios o en las aulas de la universidad explicando una propuesta novedosa y estrictamente democrática; el entusiasmo que se puede generar en nuestro pueblo con una propuesta independentista para aglutinar el máximo de fuerzas abertzales progresistas procedentes de distinta sensibilidad o la energía que puede generar y liberar una nueva fase política en la que los independentistas podemos remar al unísono en la misma dirección le producen vértigo al Gobierno del PSOE. Del enemigo el consejo, dice el refrán. Si tanto les preocupan nuestras propuestas e iniciativas políticas, ése es el camino más eficaz para avanzar en el proceso de liberación nacional y social.
A más represión, nuevas iniciativas políticas. Es la consigna que debemos de interiorizar. Nuestra fortaleza estriba en la justeza de nuestros planteamientos políticos, justo donde el PSOE-PP es débil. Tienen miedo al diálogo porque les sobra fuerza represiva, pero les falta la razón. Huyen del debate y el contraste público porque saben que proponen recetas viejas ya caducadas, mientras la izquierda abertzale es capaz de presentar caminos imaginativos e ideas innovadoras. Nuestro proyecto político es capaz de generar entusiasmo en amplios sectores populares, ellos sólo hablan de prohibiciones e imposiciones.
Compañeros y compañeras, cuando escribo estas líneas os encontráis en las mazmorras policiales cual delicuentes. Estad orgullosos. Vuestro enorme esfuerzo por desbloquear el enfrentamiento y llevarlo al sendero político producirá sus frutos. Las detenciones me producen rabia e impotencia, pero la fuerza de la izquierda abertzale volverá a generar un panorama ilusionante, tomaremos vuestro testigo para ir madurando el proyecto. Eutsi goiari !