La Gran Manzana no se pudre gracias al amor de sus gentes
«New York, I Love You»
Pese a que Woody Allen es el cronista oficial de Nueva York en el cine, son muchos los visitantes que quieren retratar a la ciudad de los rascacielos y sus gentes, por lo que nunca han faltado los proyectos colectivos como «Historias de Nueva York», a los que ahora se suma con «New York, I Love You» el mismo equipo que estaba detrás de «Paris, je t'aime». Dos películas que resultan diferentes porque las urbes en las que se inspiran también lo son.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Desde que Woody Allen penetró en el corazón de Manhattan no dejan de llamarle de ciudades de todo el mundo para que ambiente allí sus historias, aunque a París fue por decisión propia para rodar «Todos dicen I Love You». Hay quien piensa, en cambio, que una sola mirada no basta para retratar la complejidad de una gran urbe, y que es mejor hacerlo de forma colectiva incluyendo realizadores extranjeros en pos de la diversidad.
Así nació el proyecto «Paris, je t'aime», al que ahora sigue «New York, I Love You». De la primera entrega parisina se dijo que en conjunto quedaba dispersa, aunque los filmes de episodios, en mi opinión, no necesitan buscar una unidad, ya que respecto al cine convencional representan la traslación de la mentalidad del corto al largo.
Continuidad
En esta ocasión, parece que el productor Emmanuel Benbihy y su argumentista Tristan Carné no han querido dejarse llevar tanto por el experimento de la variedad, para lo que han intentando darle a la película una continuidad a través del montaje y así abundan las transiciones o los paralelismos.
Incluso a nivel de iluminación da la impresión de que los distintos directores de fotografía se han puesto de acuerdo, evitando los contrastes o las opciones estéticas opuestas. Lo que ya es imposible es trasladar esa homogeneidad al cosmopolita reparto, dentro del cual solamente se pueden formar dos grupos a la hora de integrar a lugareños y foráneos. Es lógico que los interpretes del primero grupo se sientan como en casa, mientras que los del segundo apenas consigan ocultar su extrañeza ante las paradojas de la Gran Manzana. El común denominador entre todos ellos es la necesidad del amor para sobrevivir en la jungla de asfalto.
La selección de cineastas con que contó «Paris je t'aime» era más llamativa que la de «New York, I Love You», sin que haya ninguna coincidencia de nombres entre ambas películas, salvo en el caso de Natalie Portman, que entonces intervino como actriz y ahora lo hace por partida doble, delante y detrás de la cámara. En la entrega parisina brillaron los episodios de Gus Van Sant, los hermanos Coen, Walter Salles, Sylvain Chomet, Wes Craven, Vincenzo Natali, Alfonso Cuarón, Olivier Assayas o Alexander Payne. Está claro que en la nueva convocatoria no han conseguido captar a tantos grandes autores.M. I.