Gloria LATASA | gloriameteo@hotmail.com

Medidores de lluvia

En una de esas habituales conversaciones sobre el tiempo alguien tiene una curiosidad: ¿Cómo harán para calcular la cantidad de lluvia que cae? Interesante pregunta. ¿Cómo se miden las precipitaciones? “Si usted necesita medir la lluvia –dice un anuncio en Internet– nosotros le ofrecemos la solución definitiva”. Y pasan a hablar de un instrumento que es de un blanco permanente, no se rompe, no se oxida, impide la evaporación y tiene una ilimitada duración.
   

El artilugio en cuestión, que cumple las normas de la Organización Meteorológica Mundial, es un pluviómetro. Un aparato con un recipiente colector en forma de embudo que recoge el agua de lluvia y la deposita en un jarro de boca estrecha. Para saber el volumen de agua caído se ha de medir el contenido del jarro con una probeta (graduada de acuerdo a la relación que existe entre el diámetro de su boca y el del recipiente).

Para que el dato obtenido sea representativo de la precipitación caída en la zona que rodea al pluviómetro es necesario que esté colocado a metro y medio del suelo, sobre una superficie de hierba, lejos de edificios y árboles, y a una distancia de cualquier objeto cuatro veces superior a la de su altura. De ese modo, se minimizan los efectos derivados del viento, de la evaporación o de salpicaduras que podrían alterar la medición.
 

El resultado se puede expresar en milímetros o en litros por metro cuadrado. Es lo mismo decir que en un lugar han caído cinco milímetros de precipitación que cinco litros por metro cuadrado (que ocuparía esa altura de cinco mm). Un valor que no tiene en cuenta cosas como la evaporación, la escorrentía o la infiltración del agua en el terreno.