Liga ACB
Fuenlabrada, una manera distinta de ganar estatus
Batista y Fitch toman el relevo de Oleson y Blanco como MVPs en un equipo con sólo dos supervivientes.
BILBAO B.-FUENLABRADA
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
En una ACB cada vez más fraccionada y que corre peligro de partirse en varios frentes por las diferencias en sus presupuestos, el Bilbao Basket -uno de los que lucha por subirse al carro de los de arriba- recibe esta tarde a un Fuenlabrada que, con su buen hacer, se está convirtiendo en una de las revelaciones de los comienzos de temporada y en un especialista en crear MVPs.
Pese a la enorme reestructuración que se ha visto obligado a realizar este verano -de la plantilla del año pasado sólo repiten los ex baskonistas Mainoldi y Sanders- el equipo del sur de Madrid llega al BEC en uno de los momentos más dulces tras igualar el mejor arranque de su corta historia con dos triunfos, los 30.000 puntos en ACB, dos de sus jugadores como los más valorados en las dos primeras jornadas y cerrar un atípico acuerdo de patrocinio a tres bandas por el que una ONG, Ayuda en Acción, será su principal sponsor.
Aunque quizá le falte dar ese salto de entrar en la Copa -debió de hacerlo el año pasado en Madrid, pero su plaza fue para Estudiantes por una absurda ley de la ACB- o en play off, el equipo madrileño se ha convertido en todo un ejemplo de gestión y de visión a la hora de fichar jugadores.
Oleson, Blanco, Batista, Fitch...
Si la pasada temporada puso en el escaparate a un Brad Oleson tras rescatarlo de la LEB y dio confianza a la promesa Saúl Blanco, convirtiéndoles en MVP y en objeto del deseo de todos los jugadores del Supermanager, este año parecen haber invertido el dinero obtenido en sus posibles sucesores.
El frustrado portero uruguayo Batista, reclutado para el basket en un autobús, fue la sensación de la primera jornada con sus 20 puntos y 15 rebotes.
Parece que su tercer intento -estuvo a prueba en Penya y Real Madrid pero su condición de extracomunitario le impidió quedarse- en la ACB va a ser el bueno para el nómada charrúa -además de en varios equipos de Uruguay ha jugado en Atlanta Hawks, Maccabi y Argentina, y estuvo cerca del Baskonia la temporada pasada tras la lesión de Barac-.
El Baskonia tiene varios puntos en común con el equipo del sur de Madrid y tras otra rocambolesca historia, Gasteiz fue la última ciudad del segundo MVP, Gerald Fitch, aunque no llegara a debutar con el Baskonia. El escolta estadounidense llegó para reforzar al equipo gracias al pasaporte búlgaro de Mickeal, pero tuvo que irse en cuanto la validez de la condición de comunitario del alero de Rock Island se fue al traste. Los 29 puntos conseguidos el miércoles ante el Murcia confirmaron la condición de «anotador compulsivo» con la que llegó.
El autor del punto 30.000 del equipo en ACB también tiene su historia. Chris Thomas pasó de héroe a villano en Murcia, cuando fue despedido tras negarse a jugar el último partido, con la permanencia en juego.
Sin tiempo para lamentaciones, con la baja de Chris Warren y ante un equipo que ha arrancado la temporada en racha, esa es la realidad del partido en el nuevo feudo del Bizkaia Bilbao Basket. «Me da pena el choque ante el Baskonia porque en la primera parte jugamos muy mal, dejamos canastas fáciles y defendimos fatal. Poco a poco hay que coger las nuevas reglas de defensa, soy optimista de cara al futuro. Tenemos que quedarnos con lo bien que lo hicimos en la segunda parte», reconoció el jugador del Bizkaia Bilbao Basket Marko Banic.
El Ayuda en Acción Fuenlabrada llega al BEC con dos victorias y dos MVPs como premio en las dos primeras jornadas de liga. «Están en un buen momento, Batista y Fitch han tenido mucho protagonismo y seguro que tendremos que hacer un gran esfuerzo para pararles. Pero para mí, sin embargo, el jugador más importante de ellos es Chris Tomas, que mueve muy bien el balón y puede hacer daño a las defensas», aseguró Banic.
A pesar de que el martes comienza su periplo en la Eurocup, el croata no mira más allá del partido de hoy.GARA
Oleson, Saúl Blanco, Batista, Fitch o Thomas son claros ejemplos de los grandes fichajes realizados. La última bomba ha sido la del israelí Tal Burstein, otro fichaje de campanillas si sus rodillas se lo permiten.
