A primera hora de la mañana de ayer, cuatro activistas de la organización ecologista Greenpeace escalaron hasta una altura de casi cien metros en el obelisco realizado por el arquitecto Santiago Calatrava situado en la Plaza de Castilla de Madrid, como forma de protesta contra el cambio climático.

En pocos minutos los activistas encaramados en la cúspide del obelisco desplegaron una pancarta en la que se podía leer «Zapatero: paremos el cambio climático», a través de la cuál solicitan al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, medidas encaminadas a solventar los problemas medioambientales.

La acción se llevó a cabo pocos días antes de que los jefes de Estado se reúnan en Bruselas (los próximos 29 y 30 de octubre). José Luis Rodríguez Zapatero dispone, por lo tanto, de «la última oportunidad para demostrar que hace algo para conseguir que la propuesta que la Unión Europea lleve en diciembre a la cumbre del clima de Copenhague (Dinamarca) sea, como mínimo, la propuesta de países como Gran Bretaña, Bélgica, Holanda, Suecia y Dinamarca», según asegura Greenpeace.