Análisis | Acuerdo de gobierno en Alemania
La CDU y el FDP oficializan el «Ejecutivo de la abeja Merkel»
Merkel intervendrá el 3 de noviembre en el Congreso de EEUU. Será la segunda jefa de Gobierno alemán que hable en este foro después del histórico Konrad Adenauer (CDU).
Ingo NIEBEL
Angela Merkel y Guido Westerwelle presentaron ayer en Berlín el acuerdo de coalición entre la CDU y el FDP, que retoma el bipartito tradicional de Helmut Kohl (1982-1998) y tiene como objetivo reducir los impuestos y aplicar políticas neoliberales en materias sociales.
La suerte está echada en Alemania: la canciller democratacristiana Angela Merkel (CDU) ha dado por terminadas las negociaciones con el Partido Liberal Democrática (FDP). Ambas formaciones se han puesto de acuerdo sobre su pacto de Gobierno que da lugar a una reedición del bipartito que desde 1982 hasta 1998 fue liderado por Helmut Kohl (CDU). También a nivel regional se han asentado las bases para que la jefa de Gobierno pueda disfrutar de una sólida mayoría en el Consejo Federal, la representación de los 16 estados federales.
Dado que en Alemania a la Unión Demócrata Cristiana de Merkel se la identifica con el color negro y a los liberales con el amarillo, la prensa alemana ha bautizado el futuro bipartito como el «Ejecutivo de la abeja Maya». Siguiendo el guión de esta antigua serie de dibujos animados, el diario austríaco «Der Standard» habla de la «abeja Merkel» y de su amigo «Westerwilli», en alusión al jefe del FDP, Guido Westerwelle, que ocupará la cartera de Asuntos Exteriores y el cargo de vicecanciller.
Mientras en internet hay largos debates sobre la orientación sexual de Willy, el amigo de Maya, no hay duda alguna sobre la del liberal: Westerwelle reconoció hace casi diez años que es homosexual y en su día Merkel estuvo presente en la boda del hombre que a partir de ahora dirigirá la diplomacia alemana.
Eso será lo único novedoso en el Ejecutivo alemán porque tanto las caras como los problemas seguirán siendo los mismos, aunque los periodistas tendrán que aprender los nuevos cargos de los conocidos ministros.
Desde el viernes, los medios alemanes ya informaron sobre los ministerios claves. El de Defensa lo ocupará el socialcristiano Karl-Theodor zu Guttenberg (CSU) que dejará Economía en manos del liberal Rainer Brüderle. Wolfgang Schäuble (CDU) pasa de Interior a Hacienda, dejando su puesto a Thomas de Maiziére (CDU).
Este último entregará el cargo de ministro de la Cancillería a Ronald Pofalla, hasta ahora secretario general de la CDU. El Ministerio de Justicia lo ocupará la liberal Sabine Leutheuser-Schnarrenberger, tal y como lo hizo bajo Kohl.
Han sido justamente los agentes de la economía alemana que ha criticado el nombramiento de Schäuble como jefe de Finanzas. El democratacristiano es conocido por sus posiciones duras y radicales en materia policial y de seguridad pero se desconocen sus habilidades para manejar el dinero público.
Tanto Merkel como Westerwelle prometieron a los alemanes que les iban a reducir los impuestos. La idea sigue pero está pospuesta hasta el 2011, por ahora. Lo que sí se sabe es que los empleados tendrán que pagar más por sanidad y por el cuidado que recibirán cuando sean mayores y lo necesiten. Además subirán los precios para la recogida de la basura si lo hacen empresas públicas porque éstas han estado exentas del IVA hasta ahora.
Más crueldades vendrán, pero si fuese por Merkel no hasta el 9 de mayo de 2010, el día en el que su correligionario Jürgen Rüttgers espera repetir su bipartito con el FDP en el estado federal más poblado, Renania del Norte Westfalia.
De hecho la jefa de Gobierno se encuentra en una situación política muy confortable: cuenta con un presidente de la República, Horst Köhler, que no sólo ha de firmar las leyes aprobadas por las dos cámaras, sino que debe su puesto a la iniciativa de Merkel. Luego está la mayoría absoluta en la Cámara Baja, el Bundestag, y en la Cámara Alta, el Bundesrat. En este último foro el nuevo bipartito va a reunir 37 votos, dos por encima de la mayoría absoluta. Sin embargo, Merkel tiene que obrar con cuidado porque ella proviene del comité regional más pequeño de la CDU y su suerte depende también del beneplácito de los barones de la CDU. Su rival más peligroso sigue siendo el ministropresidente de Baja Sajonia, Christian Wulff. Este político y otros más se han hecho escuchar recientemente cuando criticaron duramente el programa fiscal del FDP en plenas negociaciones por el bipartito.
Pero Merkel ya no es la chica de Kohl. A lo largo de casi una década al frente de la CDU ha aprendido cómo funciona la política alemana. Por el momento opta por poner coto tanto a sus rivales internos como a su socio Westerwelle. Para el 3 de noviembre la canciller tiene planeado un discurso ante el Congreso de EEUU. Sería la segunda jefa de Gobierno alemán, después del histórico Konrad Adenauer (CDU), que recibe este honor.
Esta visita va a ser importante respecto a la relaciones entre Berlín y Washington por un lado y por otro mirando hacia la guerra de Afganistán y la crisis con Irán. Merkel llegará a EEUU como canciller de un gobierno en funciones porque el juramento de su nuevo gabinete está previsto sólo para el 9 de noviembre, el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín.