«Es imposible salir de ver la obra y no estar enamorado de la protagonista», declaró Jean-Marie Broucaret, el director artístico de Translatines, sobre «Dolor exquisito». El director y la actriz protagonista también resaltaron la compenetración que suele sentir el público. «El personaje y la historia en sí genera empatía inmediatamente y el público se introduce muy francamente en el tema», explicó la protagonista, Maricel Álvarez. La historia lleva al espectador «por diferentes estaciones emocionales» y la actriz y creadora añadió que realiza «un trabajo de seducción con el público».

Tal y como indica el título, el tema es el dolor, especialmente el que llega tras una ruptura amorosa. Es por ello que «se trata de una vivencia que todo el mundo ha sufrido» comentó el director, Emilio García Wehbi.

Esta segunda parte de una trilogía que están creando ambos artistas sobre el universo femenino ha recibido críticas muy positivas en los diferentes países en los que ha sido representada. «Es la obra con la que estoy recibiendo más unanimidad en las críticas positivas» declaró García Wehbi.

«El tema es el dolor y su recuperación. Tras un viaje a Japón y una ruptura amorosa la protagonista consulta con los conocidos y se da cuenta de que el dolor que siente es relativo», explicó el director de la obra.

El texto de «Dolor exquisito» es la versión de una instalación de la artista reconocida internacionalmente Sophie Calle. Los creadores de la obra de teatro descubrieron la instalación de calle en un museo de Berlín y decidieron convertirlo en una obra de teatro, que al igual que la original integra diferentes tipos de expresiones artísticas. Mientras la única actriz en escena (Maricel Álvarez) actúa en forma de monólogo contando su experiencia, a sus espaldas el público puede ver las imágenes de las vivencias narradas -como el viaje a Japón que hizo la actriz para integrarlo en la obra-. Las consultas que realiza la protagonista a sus conocidos aparecen representadas en vídeos, también visibles en el escenario.

La pluralidad de recursos se utiliza para dar la impresión de que es la propia actriz la que ha vivido esta experiencia, para crear un paralelismo con el hecho de que fue una vivencia de la creadora original Sophie Calle. «Es Maricel la que vive la historia, ella recibe una beca, ella hace una viaje a Japón, ella es abandonada por un hombre y es ella la que consulta a sus amigos en manera de exorcismo. Así queremos hacer `teatro dentro del teatro' queremos que el límite entre la ficción y la realidad no sea visible», explicó el director y creador.

Mundo femenino

Los creadores subrayaron el hecho de que esta obra, forma parte de una trilogía que trata de retratar el mundo femenino. «Es una mirada de lo femenino pero que se escapa del cliché. En todos los casos se trata de una perspectiva peculiar», describió García Wehbi.

Lo que une a las tres obras es que ofrecen una mirada intensa y atípica desde la perspectiva de la mujer. La primera parte estaba basada en la obra «Bambiland» de Elfriede Jelinek, que era una crítica a los medios de comunicación durante la guerra de Irak. Presentada en el 2004 ofrecía una visión más agresiva que la actual.

La trilogía se cerrará con «Doctor Faustus lights the lights» de la conocida escritora Gertrude Stein. Los artistas quería acabar con el ciclo de «Dolor exquisito» para comenzar con la preparación de la tercera obra. Aún así visto el éxito que está recogiendo la versión de Sophie Calle, prevén que ambas obras coincidan al mismo tiempo en los escenarios. La primera se ha dejado de representar actualmente debido a la pérdida de actualidad del tema.