En el marco de desacuerdo institucional en torno al proyecto de construir una ampliación del Museo Guggenheim en la comarca de Urdaibai ayer se posicionó el director de la pinacoteca en la sede de Bilbo, Juan Ignacio Vidarte. En una entrevista que concedió a la agencia «Efe», valoró que las previsiones que sitúan en unos 86 millones de euros al año de retorno de inversión y 148.000 visitantes anuales de media son «cifras prudentes». Por ello opinó que no le parece utópico pensar en que se pueda crear un efecto similar al ocurrido en Bilbo, llamado Efecto Guggenheim, siempre teniendo en cuenta valores relativos.

Las declaraciones llegan un día después de que el viceconsejero de Cultura de Lakua, Antonio Rivera, cuestionara el realismo de estas cifras. Rivera confirmó, además, que el gobierno sigue sin «ver con buenos ojos» este proyecto, impulsado sobre todo por Diputación de Bizkaia. Respecto a este desacuerdo institucional, Vidarte mostró su preocupación de que el museo se transforme en «una bandera de discusión o debate político». Por otro lado, informó que la ampliación aún está en fase de análisis y hasta que no haya conclusiones no avanzarán. Aun así, aseguró que las impresiones les «infunden optimismo e ilusión porque es un proyecto que puede tener un enorme potencia» a pesar de necesitar todos los apoyos debido a las complicaciones que acarrea.