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Piden en Bilbo el fin de las agresiones sexuales

La asociación vecinal Errekalde Berriz llevó a cabo ayer una concentración en Ametzola, Bilbo, con el fin de pedir soluciones para que terminen las agresiones sexuales en la zona. En Lizarra, un año después de su desaparición, la familia de María Puy Pérez pudo por fin enterrarla.
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Vecinas y vecinos de Bilbo se concentraron ayer por la tarde ante la estación de tren de Ametzola, en Bilbo, para reclamar soluciones y evitar que se repitan agresiones a mujeres en esta zona. La protesta, organizada por la asociación Errekalde Berriz, estuvo presidida por una pancarta en la que se podía leer: «Ametzolan eraso gehiagorik ez! ¡Solución!».

La última agresión tuvo lugar el pasado 3 de octubre, cuando una persona fue abordada por la espalda por dos hombres al pasar por el parque de Ametzola. Estos la derribaron al suelo y procedieron a inmovilizarla. Después, empezaron a realizar tocamientos y a intentar quitarle la ropa a la víctima. Alertada por los gritos de la joven, una ciudadana acudió en su auxilio y obligó a los atacantes a salir huyendo.

Los hechos narrados fueron puestos a conocimiento de la Ertzaintza, que el miércoles pasado detuvo a uno de los presuntos autores de la agresión, un joven de 29 años.

Entierro de María Puy

En Lizarra, cuando ha pasado un año de su desaparición y muerte, la familia de María Puy Pérez pudo por fin enterrarla y celebrar su funeral en la iglesia de San Juan Bautista.

A María Puy le dieron sepultura junto a sus padres en un acto celebrado en la intimidad. Por la tarde, celebraron el oficio religioso.

La vecina de Lizarra desapareció el 11 de octubre del año pasado cuando tenía 51 años, y José María Morentin no reconoció los hechos hasta el pasado 23 de junio, en el cuarto arresto que sufría desde entonces por distintos motivos. Ese día confesó haber matado a su ex pareja y dijo que había enterrado su cuerpo en un campo de cereal cerca de Sesma, donde efectivamente fueron encontrados los restos mortales.

José María Morentin, de 50 años de edad, natural de Lodosa y vecino de Aiegi, fue arrestado por primera vez el 13 de octubre, dos días después de la desaparición de María Puy. En esa ocasión fue acusado de quebrantar una orden de alejamiento y de tenencia ilícita de armas.

Aunque el juicio por esta muerte todavía no tiene fecha, el próximo 19 de noviembre Morentin será juzgado por una denuncia de malos tratos que ya en 2007 presentó contra él María Puy Pérez.

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