ITXAKO 24

OLTCHIM VALCEA 27

Itxako va a dar la cara en el grupo más difícil de la Liga de Campeones. En el lado positivo de la balanza lizartarra, su pundonor y ganas le demostraron ayer al Valcea -uno de los conjuntos más fuertes y experimentados del viejo continente- que van a ponérselo muy difícil a rivales con bastantes más kilómetros en la máxima competición.

En el negativo, la constatación de que en este torneo los regalos se pagan, y muy caros. Su exigencia es tal que cualquier error propio se transforma en un gol encajado. Las amarillas lo sufrieron en sus propias carnes cuando, pasada la mitad de la segunda parte, consiguieron igualar a 22 y poner muy nerviosas a las rumanas. Sin embargo, una anticipación en un rechace, un penalti fallado y una pérdida decantaron el partido para las visitantes.

Otra vez los penaltis

El estreno de las de Ambros les pasó demasiada factura y de ello se aprovechó el Valcea, que llegó a ir por delante hasta por cinco goles de diferencia. El ritmo del choque lo marcaron las centroeuropeas, con un ataque directo, mucha fuerza física y unos extremos como cuchillos. Si a ello le sumamos las tres penas máximas erradas por las navarras -uno de sus calvarios-, fue una auténtica hazaña que llegaran al tramo final con opciones de triunfo.

Hay que quedarse precisamente con esa fase del envite, en la que Itxako estuvo soberbio con una defensa 6-0 impenetrable y las numerosas paradas de Navarro, que pugnó con ímpetu en el duelo de aciertos con su rival en la otra portería.

Líderes en la competición doméstica, que es a la postre lo que da de comer, la escuadra amarilla tendrá una nueva oportunidad de demostrar su progresión en tierras húngaras ante el Gyor el 1 de noviembre.