Hay votos que se convierten en la salvación de gobiernos que, en muchas ocasiones, están contra las cuerdas. Así le ocurre al de Rodríguez Zapatero, que ha pactado con el PNV y, de paso, los diputados generales del PNV no tendrán problemas en sus presupuestos, lo mismo que Patxi López, aunque éste ya tiene el apoyo del PP. Este trío siempre es protagonista en el último trimestre de cada año, cuando se aprueban los presupuestos públicos, que son reflejo de la política económica de quienes nos gobiernan. Así nos va a los trabajadores.

Los tres -PSE (PSOE), PP y PNV- apoyan a los mismos, por eso se ponen de acuerdo. La élite económica, los empresarios y los especuladores están satisfechos. El PNV dice que ha conseguido 85 millones más de inversión tecnológica. ¡Qué logro!

Recuerdo la época que gobernó José María Aznar, cuando no le llegaban los votos para aprobar el presupuesto. El PNV fue en su ayuda en alguna ocasión. Entre otras que recuerdo, una en el ámbito económico y laboral, cuando logró financiación para Hobetuz, porque desde las arcas de Madrid no se soltaba el dinero que los trabajadores vascos aportamos cada mes en las cotizaciones. Hobetuz estaba semiahogado y la solución que acordó el PNV fue aprobar los presupuestos de Aznar. A cambio, Madrid soltaba una cantidad ridícula, lejos de las aportaciones de los trabajadores.

Recuerdo haber visto pasar a Javier Arenas, Juan Carlos Aparicio y Manuel Pimentel como máximos cargos del Ministerio español de Trabajo por la Lehendakaritza a firmar los cheques. Cuando ni PP ni PSOE necesitaron los votos, se apretó la soga sobre el debilitado cuello de Hobetuz, hasta que el Gobierno de Lakua decidió enterrar esa reivindicación, igual que otras, de contar con una formación continua profesional y de calidad. Ahora dependemos directamente de Madrid.

¿Para qué sirven esos apoyos presupuestarios en Madrid? Para nada. ¿Para qué sirve ir a Madrid? Para nada. La realidad es que en vez de trabajar por una Euskal Herria soberana, algunos mendigan, porque saben que en el actual entramado político institucional los hilos se manejan allí. Cortémoslos.