La alargada cumbre de Orixol se perfila sobre el valle de Aramaio como el último resalte calizo del largo espinazo de los cordales del Duranguesado. El itinerario que proponemos constituye un sencillo y atractivo circuito que recorre las alturas de esta montaña ofreciendo unas magníficas panorámicas sobre el valle de Aramaio.

La ruta se inicia en la barriada de Etxaguen (630 m), situada a 4 km de Ibarra, el núcleo más importante del valle de Aramaio. En su parte alta, entre un depósito de agua y el bolatoki se puede aparcar el coche. Junto a este lugar arranca en sentido ascendente una estrecha carretera asfaltada que poco más adelante llega hasta el último de los caseríos de la barriada.

A partir de ese punto pisaremos un viejo camino, empedrado en algunos tramos, que va ganando altura paulatinamente. Este agradable tramo se ve cortado por una pista (25 min). En la misma curva buscamos la continuidad del sendero, que poco después alcanza el collado de Leziaga (875 m, 30 min).

Este collado, abierto entre los roquedales de Ipizte y Orixol, ofrece una excelente panorámica sobre todo el valle de Aramaio.

La continuidad del sendero se orienta hacia la ladera de Orixol, por cuyas laderas boscosas va ascendiendo por una senda marcada tenuamente en la hojarasca y en algunas partes interrumpida por la caída de árboles. Esta parte del recorrido resulta siempre bella, pero lo es especialmente en esta época de otoño.

El tránsito por el bosque carece de referencias reseñables hasta que se abre parcialmente un claro que permite contemplar cercanos, a la izquierda, los roquedos blanquecinos de las crestas cimeras. Pero no es ésta la cumbre. Debemos seguir todavía por el sendero, que desciende ligeramente todavía durante unos minutos. Hay que prestar atención, porque unos hitos de piedra nos marcan el inicio del ascenso hacia la cima de Orixol, identificable por una mesa geodésica (1.128 m) (1,10 h).

Regresamos al sendero para retomar el camino por el bosque, en el que esporádicamente aparecen algunos balizajes blanquirrojos. Iniciado el descenso, el camino más ancho nos llevaría, tras unas pronunciadas curvas descendentes, a las cercanías de una borda, hasta la que llega una pista empedrada desde el collado de Krutzeta.

Pero tenemos otra opción más atractiva desde el punto de vista montañero. A poco de iniciar el descenso de la cumbre, cuando la senda empieza a perder altura, tenemos que permanecer atentos a unos hitos emplazados a la izquierda del camino. Junto a ellos veremos varias marcas rojas de pintura que indican el inicio de una senda. En adelante, este balizaje será nuestra referencia a través de un sendero que avanza trabajosamente entre rocas y árboles. Junto a la cresta que ofrece vistas amplias sobre el valle encontramos la pequeña ermita de Santa Cruz (1.030 m) (1,35 h). Poco más abajo concluyen los tramos de roca y, tras un breve tránsito por el hayedo, la ruta se abre a un terreno despejado, con unas amplias vistas sobre el valle de Aramaio, los pantanos alaveses y el valle de Otxandio, tras el que se elevan las cumbres del macizo de Gorbeia (1,45 h).

Al otro extremo de un abierto terreno de herbales se apunta un sendero que inicia un rápido descenso hacia un visible collado. La senda desemboca en una ancha pista empedrada, que sería por la que hubiéramos llegado de haber seguido el camino ancho en el descenso. Al borde de la pista vemos una cruz de hierro forjado, mientras descendemos por ella hasta un cruce en el que encontramos una barrera levadiza (2,10 h).

En este punto debemos girar el rumbo y tomar la pista que arranca a la izquierda en dirección norte festoneando las laderas de Orixol. Tras un tramo estabilizado, la pista desciende fuertemente. Más adelante confluye una pista empedrada. No debemos seguir descendiendo, sino mantenernos por la pista de tierra que, finalmente, se ve cortada por la pista empedrada. Ésta gana altura y nos conduce hacia unas antiguas canteras. Seguimos todavía ascendiendo por la pista hasta ganar un altozano desde el que se inicia un prolongado descenso que desemboca en la pista cementada de un caserío. Sólo nos queda ya seguir por ella para regresar al barrio de Etxaguen (3 h).