Casi es imposible provocar en televisión. Pero las cadenas -todas y cada una de ellas- se empeñan a diario a su manera. El jueves pasado Mercedes Milá y su casa de Gran Hermano introdujeron a una familia aborigen de un continente como ¿Oceanía? -no recuerdo haber oído el país de origen de la misma- para que conviva con esos otros aborígenes que edición tras edición responden a la llamada de la selva mediática. El encuentro desencadenó una situación delirante. Y se esperan muchas más. Lo lugareños deben superar la prueba de enseñar a los australianos a bailar flamenco y muñeira. ¿Alguien entiende algo de todo esto? ¿Qué se pretende con ello? ¿Provocar la risa de la audiencia a costa de unas buenas gentes en taparrabos que nada tienen que ver con esta cultura? ¿Quién controla los contenidos de Tele5? La pregunta de los 7 mil euros. Porque diría que los tres popes de la cadena son Ana Rosa Quintana, Jorge Javier Vázquez y Mercedes Milá. La primera la reina de los neocons, el segundo el príncipe del pueblo y la tercera la aristócrata vigilante de la moral de las formas inferiores de vida.

No sé quién defiende a estos individuos que, sin ser conscientes de estar siendo utilizados como bufones en la arena pública y privada del canal, han sido engañados (más que aparentemente) por la maestra catalana de convertir a inmundos personajes en animales rentables de la pantalla. Daba lástima verlo. Sin embargo estoy segura que la audiencia de ese día y los posteriores subirá como la espuma. Como esa espuma que aparece en la superficie de las aguas más fecales de la tierra. Si alguien con dos dedos de frente en Tele5 se postró frente al programa aquella noche debería de hacer algo para que la peluquería de churros de la cadena deje de rizar el rizo de lo inverosímil. Y si no, el propio Garzón podría encargarse de ello. Aunque creo que está en cosas mucho más importantes que ésta, debería de entrar también en los derechos del espectador. El perfil no puede ser más bajo. Un adocenamiento engorilado dispuesto a salir del toril hacia cualquier lado.