Crónica | Grabación de Lendakaris Muertos
Un vivo directo más para guardar en la memoria; éste además quedará en disco y dvd
Como en el resto de conciertos de sus cinco años de directos, los cuatro Lendakaris Muertos se entregaron al público en la sala Jimmy Jazz de Gasteiz, que respondió como correspondía. El resultado no sólo se recordará entre los presentes ya que este directo servirá para un CD y un DVD que, con el frenético ritmo que acostumbran, puede que llegue a estar en venta para Durango.
Itziar AMESTOY
A las habituales pruebas de sonido previas a un concierto, en la tarde del sábado se le sumaron entrada de cámaras y equipos de grabación. La sala gasteiztarra Jimmy Jazz -que aún mantiene como apellido la antigua Azkena- se preparaba para acoger un directo especial. Los Lendakaris Muertos como otros muchos grupos antes, y otros tantos que se espera que sigan haciéndolo, se animaron con un directo, que cogerá forma de Cd y DVD, en breves, muy breves.
Aitor Ibarretxe explicaba unas pocas horas antes de empezar el concierto que hacía tiempo que querían grabar un directo y que por ello se habían animado. «De los discos que hemos grabado hasta ahora puedo decir que me gustan, pero les falta algo, somos un grupo de directo y no es lo mismo. Solemos tocar más rápido, por eso los discos –de estudio– no me acaban de sonar».
La preparación fue rápida y el viernes y el sábado se lanzaron a la grabación. El sonido se registró los dos días, mientras que las cámaras que grababan en vídeo estuvieron presentes sólo el sábado. «Los dos días era muy caro», aclara Ibarretxe. Desde luego, al público le quedó claro, ya que la voz del grupo bromeó en varias ocasiones con el esfuerzo económico que le suponía cada segundo de esa noche.
El lugar escogido respondía a razones repartidas entre logística y gusto. Buscaban algún sitio cercano –comodidad y economía pesan–. Tenían claro, además, que no querían un directo festivalero. En su opinión, esos macro conciertos «son un poco fríos», a lo que ayudan los diez metros de separación, o seguridad, que se establecen entre el público y el grupo. La cercanía, sin duda, fue uno de los ingredientes más destacables de la noche. La comunicación con el entregado público fue constante, y al menos parecía sincera.
Sus irónicas y provocadoras letras animaron a los presentes. No faltaron los «veteranos de la kale borroka» ni «las gafas de pasta». Ni tampoco, como no podía ser de otra manera, el «Gora España» con “La Roja”. De entre el público, surgió de repente la camiseta de La Selección, con mayúsculas. El cantante, sin embargo, mostró su preferencia por alguna talla menor, que marcara un poco más. Otro gran momento fue cuando un entregado seguidor subió al escenario disfrazado de oso panda, símbolo del grupo de Iruñea. Un gesto sufrido que supieron agradecer sobre el escenario.
Después de despedirse del público de Gasteiz, llega el proceso posterior necesario para sacar el disco. Aun así, ayer mismo comentaban que tenían mucho del trabajo adelantado. «El diseño y todo ese tipo de cosas que se hacen después ya están hechas», explicaba Ibarretxe, que se encargará del montaje y edición del video mientras que Asier Aguirre es el responsable del diseño. El proyecto nació hace poco más de un mes. «Hacemos todo muy rápido, lo propusimos, pusimos fecha, sala y lo hemos hecho. Nos gusta hacerlo bajo presión». Los seguidores por tanto no tendrán que esperar para vivir o revivir el directo del sábado.