Una manifestación denunció ayer que las escuelas de Bakaiku continúan precintadas desde que a comienzos de octubre la Policía Foral realizara varios registros en busca de fotos de presos políticos vascos. Según explicaron los convocantes, las escuelas son utilizadas habitualmente por grupos populares de la localidad y el precintado de un local de estas características coloca a todos los vecinos «en el punto de mira de la represión».

En el comunicado al que dieron lectura al concluir la movilización, recalcaron que los retratos de los represaliados vascos «son la imagen de la solidaridad» y que no suponen ningún delito.

Criticaron también la utilización de la Policía Foral por parte de UPN y señalaron que desde la inauguración del cuartel de Altsasu se han incrementado las acciones represivas. Reivindicaron que la apuesta por las vías represivas de UPN y el Estado español se debe a que «tienen la batalla política perdida» y aseguraron que «no podrán parar a gaztetxes, gazte asanbladas ni terminar con la disidencia».