Crónica | 30º aniversario del Estatuto de Gernika
Un vídeo, un lehendakari y 700 invitados en un menguado cumpleaños
Patxi López agasajó ayer al Estatuto de Gernika con un descafeinado cumpleaños. Fueron más notables las ausencias que las personalidades incluidas en la lista de invitados. Aun así, el lehendakari insistió en que ese texto es casi una fórmula mágica para hacer realidad los sueños de la sociedad vasca.
Z. ETXEBERRIA - T. FERNÁNDEZ
Bajo la atenta mirada de decenas de agentes de seguridad vestidos de paisano, Lehendakaritza abrió sus puertas ayer para recibir a quienes aceptaron la invitación de celebrar con Patxi López el treinta aniversario del Estatuto de Gernika. Entre los asistentes no figuraban los rostros de ningún dirigente de PNV, EA, EB o Aralar.
Un alto mando de la Guardia Civil y otro del Ejército español no quisieron perderse la cita, y como hicieron en Gernika cuando juró su cargo como lehendakari, volvieron a arropar al inquilino de Ajuria Enea.
Entre las caras conocidas destacaban las del presidente de Petronor, Josu Jon Imaz; el secretario general de Confebask, José Guillermo Zubia; el escultor Agustín Ibarrola; la jueza Garbiñe Biurrun; o Paul Rios, coordinador de Lokarri.
El acto que el nuevo Ejecutivo de Lakua había preparado para conmemorar las tres décadas transcurridas desde la aprobación del Estatuto en 1979 dio inicio con unas breves palabras de la presentadora Edurne Ormazabal. Acto seguido, el quinteto de la banda de la Ertzaintza interpretó el «Himno de Euskadi».
Acompañado de las notas de «Mendian Gora», de Imanol, se emitió un breve documental histórico en «homenaje a quienes hicieron posible este hito», según leyó Ormazabal. Las imágenes recogían instantáneas de las reuniónes mantenidas por el Consejo General Vasco y también de movilizaciones celebradas en favor de la liberación de los presos y refugiados políticos de la época. Patxi López jurando bajo el Árbol de Gernika puso punto y final al audiovisual.
A continuación, la portavoz del Gobierno de Lakua, Idoia Mendia y el lehendakari subieron al escenario para hacer entrega de las distinciones «Lagun Onari» y «Lan Onari».
Tras la proyección, dos niños entregaron a López un dibujo de una tarta con tres velas. El lehendakari inició su lectura elogiando a los galardonados: «Al pueblo de México por que, gracias a su acogida, miles de exiliados vascos tuvieron la oportunidad de vivir con dignidad. A Juan Mari Aldekoa (representando al Grupo Mondragón) por hacer avanzar este ejemplo mundial de cooperativismo. A Iñaki Gabilondo por ser portavoz permanente de una realidad que necesita de su independencia y su profesionalidad para ser entendida. A Edurne Pasaban por demostrarnos que no hay cota inalcanzable. Por último, a Juan Mari Bandrés por demostrar que la política es un oficio noble cuando se dedica a mejorar la vida de los demás».
El punto de encuentro
«Hoy hace 30 años que los vascos y vascas alcanzamos un sueño largamente esperado por todos los demócratas durante la larga noche de la dictadura» arrancó entrando en materia. «Hace 30 años que lo conseguimos y por eso hoy es un día para celebrarlo -añadió-, un día también para reafirmar su vigencia y el valor de sus potencialidades, para avanzar como país y sociedad».
Patxi López definió la actual estructura jurídico-política como «un marco de convivencia democrático, porque define una Euskadi en la que cabemos todos y todas», y que «respeta la pluralidad de ideas y la diversidad de identidades de la sociedad vasca sin discriminaciones ni divisiones ficticias».
El también líder del PSE resaltó que «el Estatuto y el autogobierno» son el «punto de encuentro», es decir, «la fórmula que nos permite convivir juntos sin que ningún vasco sea marginado por sus opiniones políticas»; y también «la fórmula para que cada uno pueda elegir y decidir su propio futuro, que pueda decidir elegir la identidad que prefiera y no tenga que pagar un precio por ello».
Es más, el lehendakari acabó su intervención defendiendo el marco estatutario como «el espacio en el que podemos discutir nuestras diferencias, el ágora, la plaza pública donde nos podemos juntar todos a dialogar, debatir, negociar y pactar». Como era de esperar, ninguna alusión a que apenas doce días antes toda la sociedad vasca pudo observar como la Policía española detiene en Euskal Herria a destacados dirigentes y militantes de una formación política por enarbolar el diálogo como vía para la resolución del conflicto político.
El desencuentro
Pese a las palabras de Patxi López, ayer ni el Estatuto ni el hall de Lehendakaritza fueron un punto de encuentro entre las distintas sensibilidades políticas de este país. Ni siquiera reunió a los representantes de todos los grupos que componen un Parlamento de Gasteiz trufado por la ilegalización de la izquierda abertzale.
El PNV prefirió cambiar de lugar y fecha la cita, ya que la víspera reunió en Gernika a su dirección y a una importante representación de sus cargos institucionales, incluidos los ex lehendakaris José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe. En la villa foral, Iñigo Urkullu denunció el incumplimiento del actual texto estatutario y volvió a defender el proyecto de Nuevo Estatuto Político al que el PSOE y PP dieron por difunto tras su fugaz paso por el Parlamento español.
También EA eligió el sábado para calificar de «irrecuperable» el actual Estatuto y abogar por un nuevo marco «que incluya esencialmente el reconocimiento del derecho de autodeterminación».
Ayer, en Zarautz, adonde acudió para arropar a los familiares de Jon Paredes Manot, Txiki, la portavoz de Aralar en la Cámara de Gasteiz, Aintzane Ezenarro, replicó a López que el Estatuto «no es punto de encuentro» y reclamó al Gobierno de Lakua a «iniciar un diálogo político para buscar un acuerdo sobre el derecho a decidir».
Y, en Bilbo, el coordinador general de EB, Mikel Arana, censuró al Ejecutivo del PSE que se gaste «medio millón de euros en celebrar el incumplimiento del Estatuto» y le instó a que exija a Rodríguez Zapatero la transferencia «inmediata» de las competencias pendientes.
Ni Carlos Garaikoetxea, ni José Antonio Ardanza ni Juan José Ibarretxe acompañaron a Patxi López en la conmemoración institucional. Los dos últimos prefirieron reunirse el sábado junto al Árbol de Gernika en el acto convocado por el PNV.
Hacía veinte años que el Gobierno de Lakua no convocaba una celebración oficial de la aprobación del texto estatutario para la CAV. Es decir, solamente se han celebrado diez «cumpleaños» desde el referéndum del 25 de octubre de 1979.
Según indicó EiTB, en el vídeo que se proyectó en Lehendakaritza se recordó a tres parlamentarios muertos en atentado: Enrique Casas, Gregorio Ordóñez y Fernando Buesa. Aquí también hubo una notable ausencia: la de Santi Brouard.
Los automovilistas que al mediodía accedían a Gasteiz tras dejar la N-102 se toparon con un control de la Ertzaintza. Los agentes aguardaban en el Portal de Castilla con metralletas cortas en la mano y el rostro cubierto.