Ricardo «regresa» en plena forma a dos meses de cumplir los 38
GARA | IRUÑEA
El empate ante el Barcelona confirmó a Osasuna en la zona tranquila de la clasificación, ratificó su fortaleza en El Sadar y, en un plano más personal, convirtió a Ricardo en uno de los protagonistas de la jornada.
A punto de cumplir los 38 años -lo hará el próximo 30 de diciembre-, el guardameta madrileño ha regresado con «más ganas que un juvenil», como le gusta decir, y con toda la pinta de haberlo hecho para quedarse definitivamente.
Le ha ganado, en este sentido, la partida a Roberto, después de que el gallego le arrebatase la titularidad el año pasado. Fue una experiencia nueva para Ricardo, en su etapa como rojillo. Desde que llegara a Iruñea en 2005, tras una temporada sin oportunidades en el Manchester United, el madrileño había convencido a todos sus técnicos, con una media de 40 partidos por año -entre todas las competiciones- con Javier Aguirre y José Angel Ziganda en el banquillo.
La llegada de José Antonio Camacho se dejó notar en la portería y a Ricardo le tocó calentar banquillo durante casi toda la temporada pasada. Regresó en la recta final, lo celebró renovando en verano -contaba con la oferta del Getafe- y ahora quiere volver a convertirse en uno de los pilares del equipo.
Vuelta al trabajo
Los navarros, por otra parte, y tras disfrutar de dos jornadas de descanso, regresarán al trabajo mañana, cuando empezarán a preparar en Tajonar la visita del próximo domingo (17.00) al Almería.