El consejero del Real Unión José Ramón Plaza es el destinatario de la venta de 1.731 acciones que convertían a Jordi Cantillo en el accionista a nivel individual que más títulos de la Real Sociedad tenía a su nombre y de los que ha tenido que prescindir por los problemas económicos, judiciales y de salud que atraviesa.

Joserra Plaza es un empresario de la Construcción de Eguzki Eraikuntzak que la pasada temporada entró en el Consejo de Administración del Real Unión tras su conversión en sociedad anónima deportiva. Está ubicado en el área económica y a través de esa tarea entabló relación con Jordi Cantillo, que con su empresa Annius Finanzas fue el patrocinador del equipo irundarra la pasada temporada, que se cifró en una aportación de unos 240.000 euros, aunque al final hubo problemas entre Cantillo y la directiva del Real Unión porque invitaron a Aperribay al palco de Gal tras su elección.

Ni el empresario gerundense ni el guipuzcoano han respondido a los mensajes de GARA para explicar la venta y tampoco el primero ha respondido a través del foro de Badiola, que era la manera habitual de comunicarse, a la petición de información de sus seguidores de la Plataforma 5% que impulsó hace unos cuantos meses.

Desde la Plataforma 5% sí se trasmitía que «no tengo ni idea de a quién se la ha vendido, pero espero que no sea a nadie del entorno de Denon. Por supuesto que se informará a los accionistas que delegaron sus acciones. Tenemos que reunirnos y decidir qué se va a hacer, cual es el camino a seguir y demás cosas... Jordi ahora mismo está solucionando sus cosas».

La deuda del Antiguoko

Hay que tranquilizar a los integrantes de la Plataforma del 5% y a todos los que delegaron en ella acciones porque las dos iniciativas que la rumorología apuntaba que les iba a perjudicar económicamente no les afectan. Cantillo compró la deuda del Antiguoko a título personal y desde el club donostiarra se negó a GARA que no esté al día en los pagos. El siguiente lo debe abonar en marzo del 2010.

Cantillo compró esa deuda y su empresa Annius Finanzas, afectada por la imputación de un presunto delito de estafa, es la que figura como demandante contra el presidente con el que contrajo esa deuda la Real por el traspaso de Xabi Alonso -José Luis Astiazaran- y sus vicepresidentes Gabilondo y Bengoetxea.

Es una demanda por reclamación de cantidad, pide 260.000 euros, y se encuentra en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia. El martes está prevista la audiencia previa, una antesala del juicio en la que se deben depurar defectos procesales, cada parte debe presentar las pruebas que vea oportunas y el juzgado debe aceptarlas o rechazarlas y se fija el día del juicio, que también sería público.

En cualquier caso, vista su situación económica y el caso similar perdido por Lighthouse a la espera de un recurso que Badiola ha anunciado -la semana que viene hablaremos más de dos casos de los que da unas versiones irreales-, lo normal es que Cantillo ni se presente, lo que supondría un abandono del procedimiento y el fin del caso. Si decide acudir y se llega al juicio, el empresario corre el riesgo muy serio de pagar unas costas procesales superiores a los 40.000 euros.

Desde el despacho de abogados que representa a los demandados no se entraba a especular sobre lo que puede hacer la otra parte, pero se trasmitía una seguridad absoluta de éxito de sus clientes porque «es una reclamación que no tiene la menor base. Compra un crédito al Antiguoko a última hora del proceso concursal para meterse con unos consejeros. Eso es de un oportunismo que no he visto en mi vida. Aparte de que los argumentos técnicos que emplean no tienen ningún sentido».