El primer temporal serio del otoño se despide con los ríos en alerta
A mediodía de hoy está previsto que la lluvia y el viento empiecen a remitir, pero el problema se trasladará a los ríos, que ya ayer empezaron a ser vigilados muy de cerca, sobre todo en Gipuzkoa, donde Interior activó el Plan de Inundaciones ante los niveles que estaban alcanzando cauces como los del Oria y el Deba. La jornada del domingo resultó tan desapacible o más que la del día anterior, con fuertes aguaceros acompañados de vientos muy intensos.Joseba VIVANCO |
Anunciaba el mes pasado el franciscano Pello Zabala que «a mediados de noviembre es probable que entre el invierno serio». Así que si le hacemos caso, lo de estos días debe de ser un aperitivo, un poner a punto las calefacciones domésticas y desengrasar paraguas. Todo lo que puede ir mal, irá peor, afirma una de las recurrentes leyes de Murphy. Y eso es lo que ha ocurrido este fin de semana. Si la jornada del sábado estuvo marcada por un tiempo desapacible, la de ayer lo fue más.
Excepto el sur de Euskal Herria, el resto del país vivió una jornada dominical pasada por aguaceros y un intenso viento, un parte meteorológico en el que no faltó la guinda de los rayos y truenos. «A nosotros nos mandan al puerto por fax todas las alertas actualizadas de Euskalmet y Aemet, y estoy flipando ya que se me están acumulando y casi no tengo huecos en las cristaleras del edificio Capitanía para pegarlos...», participaba un aficionado al foro meteorológico de Meteored, un ejemplo de lo cambiante de una situación que ha estado saltando de la alerta naranja a la roja, manteniéndose este último nivel en todo el litoral vasco.
Llovió a cántaros, sobre todo en la mañana dominical, y eso se notó mucho en el caudal de los ríos, algunos de los cuales iban ayer muy cargados. Tanto que el Departamento de Interior de Lakua activaba a media tarde el Plan de Emergencia ante inundaciones, al entrar en situación de riesgo de desbordamientos algunos ríos de Gipuzkoa. La peor situación por el nivel del agua se centró en las cuencas de los ríos Deba y Oria.
Para antes de las 13.00, el Cadagua en Alonsotegi, Ibaizabal en Lemoa y el Oria en Andoain había rebasado el umbral de activación, fase previa a la prealerta. Sobre las 17.00, el Ibaizabal en Abusu entraba en estado de prealerta; el Deba y el Oria superaba también la fase de alerta en algunos puntos.
El problemático río Gobela, en Getxo, se había desbordado ya de madrugada, sobre las 7.30, aunque, afortunadamente, no fue a más. Eso no evitó que afectados desafiaran a la lluvia para protestar con una pancarta que rezaba «¡Gobela solución! ¡No inundación!».
Por su parte, la sala de coordinación SOS Navarra realizaba ayer un seguimiento de los niveles de los ríos en este territorio, constatando que a pesar de la incesante lluvia no se habían registrado picos de intensidad a media tarde. En la zona de Erribera los niveles eran más bajos.
Racha máxima de 134 km/h
Pero lo que agudizó el azote de esas lluvias fue una vez más el fuerte viento, que esta vez permaneció durante todo el día. La racha más intensa de la jornada fue en la Cerroja (Karrantza) a 667 metros, con 134 km/h a las 8.30. Pero en Matxitxako y en Bermeo se habían marcado 127,7 sobre las 6.00. En Punta Galea se dieron 129,8 km/h a las 9.00 y en el Puerto de Bilbo la misma velocidad a las 11.40. Incluso en la cima del monte Oiz, mientras granizaba, hubo una racha de 115,9 km/h a las 14.40.
Además, esta vez el viento no sólo arreció por encima de los 100 km/h en el litoral vizcaino, sino que se dieron 114,7 en Zarautz y 101,3 en Jaizkibel, o 110 en Biarritz.
En Pasaia estuvieron sin suministro eléctrico casi toto el día y en Bermeo un corrimiento de tierra acabó dentro de una vivienda. «Lloviendo de manera muy fuerte en Zarautz con rachas de viento que ya han superado los 105 Km/h... rayos que han hecho que se vaya la luz dos veces...», dejaba escrito un forero en Meteored. «Lloviendo torrencialmente en Donosti, viento huracanado... Rayazos que iluminan todo», ilustraba otro un momento de la mañana en la capital donostiarra. «¡Han salido papeleras volando! Y se ha roto la bandera de Euskadi que siempre ha ondeado», apuntaba uno desde Barakaldo a las 12.30. Pinceladas, en definitiva, de lo que volvió a ser otro «día de perros».
Los daños no fueron tantos como los del 18 de setiembre en Baiona, pero las fuertes lluvias de la noche del sábado al domingo volvieron a hacer de las suyas en puntos como Donibane Lohizune, Ziburu y Azkaine. Los bomberos del primero de etos municipios recibieron las primeras llamadas sobre las 5.00.
En la residencia de ancianos de Azkaine el miedo cundió durante la mañana por los niveles que estaba alcanzado el agua. Finalmente, llegados los bomberos al lugar solventaron la delicada situación gracias a una bomba de agua en el aparcamiento subterráneo. Los residentes del asilo no se vieron afectados, aunque se quedaron con un buen susto.
En Ziburu varios aparcamientos subterráneos quedaron inundados, sobre todo en el área del campo de golf De la Nivelle. Sólo hubo daños materiales, incluidos los vehículos llenos de agua. El Ayuntamiento y una farmacia y un bar cercanos también resultaron afectados por la afluencia del agua, pero sin gravedad. Los niveles de marea baja evitaron perores consecuencias y la calma regresó ayer tarde, a pesar de un fuerte oleaje. El Departamento de Pirineos Atlánticos es el único de todo el Estado francés que se mantiene en alerta naranja.
En el resto de Euskal Herria, los incidentes se centraron en la red viaria. El puerto de Etxegarate, en la N-I, a la altura de Idiazabal, fue cortado al tráfico a las 16.15, sentido Irun, a consecuencia de un desprendimiento. La carretera N-634 a su paso por Ermua y Deba se cortó también por sendos despredimientos. GARA
La energía eólica batió la madrugada del sábado al domingo un nuevo récord en el Estado español y llegó a generar más de la mitad de la electricidad. Concretamente, supuso, entre las 4.30 y las 6.10, el 53% de la demanda eléctrica estatal