Resopló Alberto Surio cuando cerró tras de sí la puerta de la comisión parlamentaria. La consejera de Cultura, Blanca Urgell, le abrazó y besó con complicidad. Era su primera sesión de control como director general de EITB y tuvo que lidiar con siete preguntas del PNV sobre cuestiones bastante diversas, desde los fallos que obligaron a suspender un examen de la oferta pública de empleo de Radio Euskadi a otras relativas a la contratación de un asesor o de productoras. En medio de ese bombardeo, la interpelación que más tiempo ocupó fue la referida a los «ceses fulminantes» o «relevos» -según versiones- de dos editoras de informativos en los días inmediatamente posteriores a la detención de nueve dirigentes de la izquierda abertzale, el 13 de octubre.

El parlamentario jeltzale Luke Uribe-Etxebarria señaló que el viernes 16 de octubre se produjo en ETB el «cese fulminante» de dos editoras de informativos y una ayudante de edición, la recolocación del responsable de información política y la posterior dimisión de dos responsables de los servicios informativos. El representante del PNV ligó estos ceses con la emisión de una información sobre las detenciones de nueve dirigentes de la izquierda abertzale con muchas opiniones críticas y pocas favorables, por lo que habló de que en la decisión influyeron «razones más políticas que profesionales que se acercan a una especie de limpieza ideológica».

El director general de EITB, Alberto Surio, comenzó agradeciendo la oportunidad de ofrecer en el Parlamento su versión de una cuestión en torno a la que se han vertido «apreciaciones sesgadas, medias verdades e incluso mentiras con el objeto de crear una imagen de persecución y censura en EITB, y con la intención de desgastar a esta dirección».

Entrando al núcleo de la pregunta, aseguró que no hubo «ni censura ni persecución», sino tan sólo «dos relevos para conformar equipos con criterios de confianza profesional». Añadió que en otras televisiones los cambios de editores se dan con normalidad y con más frecuencia que en ETB. Sobre el momento en el que se produjeron los ceses, señaló que se debió a que tres días después tenía que celebrarse la reunión del Consejo de Administración que tenía que aprobar los nuevos nombramientos propuestos.

Negó también que la medida tuviera que ver con las informaciones relativas a las detenciones de Otegi y otros dirigentes independentistas, aunque pudo traicionarle el subconsciente cuando apuntó que «en todo caso los relevos se iban a plantear de todas formas». Y luego añadió: «¿Que hubiera un vídeo que nos gustara más o menos? No es el detonante».

Los criterios profesionales

Tanto el jeltzale Luke Uribe-Etxeberria como después el parlamentario de EB, Mikel Arana, quisieron saber por qué y con qué motivo estas editoras ha- bían perdido la confianza profesional y cómo se gana y se pierda esa confianza en EITB. Pero Alberto Surio eludió dar una respuesta concreta, apuntando simplemente que los cambios «no suponen menoscabo alguno a la profesionalidad de estas dos personas».

Ante la falta de concreción, cabía todavía un turno más de preguntas por parte de los grupos no proponentes -es decir, todos menos el PNV- pero ninguno quiso intervenir para volver a plantear al director general cómo se gana o se pierde la confianza profesional en ETB, y la comisión se quedó sin saber la razón de los ceses o relevos de las editoras del informativo del mediodía y del de la noche.

En cualquier caso, Alberto Surio insistió en que «no hay ninguna campaña de limpieza ideológica» y apuntó que «admiti- mos las críticas pero hay un punto de desproporción». Concluyó diciendo que «nosotros no hemos actuado ni con revanchismo ni con venganza».