El resumen de los diez años de Photobolsillo llega a Donostia
Photobolsillo nació para divulgar la obra de los fotógrafos actuales y poner en valor el lenguaje propio de cada artista. Para celebrar los diez años de esta iniciativa, han organizado una exposición que ofrece un resumen en 30 imágenes, que ahora llega a la capital guipuzcoana.
I. A. | DONOSTIA
Dos serían las grandes aportaciones de la colección de Photobolsillo, impulsada por la editorial La Fábrica. Por un lado, al dedicar un tomo a cada autor, han logrado poner en valor el discurso de cada fotógrafo, que muestra su trabajo habitualmente en publicaciones periódicas. Su segunda contribución es romper con la idea de que los libros de fotografía son ejemplares exclusivos y caros al alcance de unos pocos. Estos días, sin embargo, están de actualidad porque la exposición que recopila las obras fundamentales que han ido publicando llega a Donostia.
Para celebrar los diez años de la iniciativa, la editorial decidió reunir las instantáneas más emblemáticas de la fotografía de autores estatales y componer una exposición con un total de 30 imágenes. Comisariada por Chema Conesa, fotógrafo, editor gráfico y director de la Biblioteca PhotoBolsillo, la muestra incluye fotos de maestros como Alberto García-Alix, Isabel Muñoz, Chema Madoz o Manuel Vilariño. Desde ayer esta exposición se puede ver en la Fnac de Donostia, donde estará hasta el 5 de enero.
Según explica su comisario, Conesa, los más de sesenta títulos que ha aportado Photobolsillo han construido un panorama fiable «pero siempre inacabado y en perenne construcción» de la fotografía estatal. Apunta también a la consideración del lenguaje propio de cada autor como clave para dedicar un libro a cada uno. Por ejemplo, el fotógrafo bizkaitarra Juantxo Rodríguez recibió un homenaje con la publicación de 69 de sus fotografías, casi 20 años después de que muriera bajo fuego norteamericano en la invasión de Panamá.
Respecto a la muestra de Donostia, reconocen que es imposible «abarcar la totalidad de miradas» incluídas en diez años de colección, aunque aseguran que sí que es cierto que «las obras expuestas representan con fidelidad el espíritu».
Desde el documentalismo de personalidad radical como el que representan Francesc Catalá-Roca, Ramón Masats o Cristina García Rodero, al documentalismo evolucionado de Carlos Pérez Siquier o Isabel Muñoz. Desde los retratos sentimentales de Gabriel Cualladó a los personalísimos y vitales de Alberto García- Alix. De los paisajes interiores de Juan Manuel Castro Prieto, a la imaginación desbordante de Chema Madoz o los altares mágicos de Manuel Vilariño. Todo estará visible en la Fnac.
