La evaluación de riesgos es esencial para prevenir los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que tiene su sede en Bilbo, culmina la primera campaña bianual este martes con una cumbre europea.

En la Unión Europea cada tres minutos y medio muere una persona por causas relacionadas con el trabajo. Cada cuatro segundos y medio, un trabajador europeo sufre un accidente que le obliga a quedarse en casa al menos durante tres jornadas, de ellos un 70% causan baja por encima de un mes. En total son más de siete millones los que sufren una incapacidad temporal, y 167.000 personas pierden la vida, en torno a 7.500 por accidentes de trabajo y el resto por enfermedades profesionales relacionadas con la vida laboral.

En plena campaña de la Agencia Europea, sin embargo, la Comisión Europea con su presidente al frente, José Manuel Durao Barroso, aprobó una reglamentación para reducir las obligaciones de información de las empresas en materia de prevención de riesgos, quepermite a las pyme la supresión de la evaluación de riesgos, lo que supone una agresión hacia las garantías de seguridad y salud de los trabajadores europeos y una marcha atrás en los derechos de los trabajadores que están recogidos en la Directiva Marco de 1989 sobre Prevención de Riesgos Laborales.

¿Cómo se entiende el paso dado por la Comisión Europea en octubre aceptando que las pyme no estén obligadas a la evaluación de riesgos laborales?

No sé lo que ha pasado en las últimas semanas. Nuestra misión es promover el sistema de gestión y prevención de riesgos de la Directiva Marco de 1989. En la misma, en el artículo 9, creo recordar, dice que los empleadores tiene que prevenir los riesgos independientemente del número de trabajadores que tenga la empresa. Nosotros actuamos bajo esa directiva porque es una buena técnica. Porque, ¿cómo vas a informar y formar a los trabajadores si no tienes una evaluación de riesgos escrita? Además, la directiva dice que la evaluación de riesgos tiene que ser sistemática.

¿No es una puñalada de la Comisión Europea a la Agencia Europea que lleva dos años impulsando la evaluación de riesgos, sobre todo, en las pyme?

Todavía no se ha aprobado de forma definitiva esa medida, aunque se haya dado a conocer de manera pública.

Ya, pero el dicho de que «cuando el río suena, agua lleva» parece adecuado en este tema.

No está cerrado totalmente. Se ha discutido. Es una iniciativa de la DG Empresa y nosotros dependemos de la DG Empleo. Son cuestiones internas. Está claro. No sabemos cómo va a terminar, pero nos aferramos a la Directiva Marco de 1989. Usted ha metido el dedo en la llaga. Veremos como termina.

¿Por qué se decidió hacer una campaña bianual sobre la evaluación de riesgos, veinte años después de que se aprobara la directiva sobre prevención?

Es la primera campaña bianual de la Agencia Europeas. Se trata de promover la salud y la seguridad en el trabajo, para lo que hay directivas, acuerdos marcos, y se apoyan en este tipo de campañas. La Agencia Europea es una organización tripartita, formada por empleadores, representantes de los trabajadores y de los gobiernos. Todos ellos pensaron que había que mejorar en la evaluación de riesgos, sobre todo, en las pequeñas y medianas empresas.

Según diferentes organizaciones indican que sólo entre un 35% y un 48% de las empresas hacen evaluación de riesgos?

No hay datos a nivel global y el martes se presentarán los resultados de una encuesta que hemos realizado a nivel europeo. En las grandes empresas suelen hacerla, otra cosa es la calidad, pero el problema está en las pyme. Nuestro mensaje en este caso es que la evaluación de riesgos es lo más básico. Sin la misma difícilmente se puede proteger y dar una salida correcta a la seguridad y la salud de los trabajadores.

¿No se hace por dejadez?

No hablaría en esos términos. Por destacar algo, la Comisión Europea dice que es un cúmulo de cosas. En el caso de las pyme, muchas veces están más preocupadas por subsistir, aunque también es cierto que otras no son sensibles y sólo ven inconvenientes para llevar adelante la evaluación de riesgos. Sólo la perciben como una obligación legal, pero no debe ser así.

Ya, pero la falta de detección del riesgos, la ausencia de medidas de seguridad y prevención de riesgos cuesta muchas vidas de trabajadores al año.

Estamos de acuerdo. Uno de los mensajes que intentamos impulsar es el de desmitificar la evaluación, porque no es una cuestión para expertos. Muchas veces se hacen evaluaciones de manera informal y, por el contrario, debe actuarse de forma sistemática y teniendo en cuenta todos los riesgos. Se tiende a controlar sólo riesgos tradicionales como la exposición al ruido, a los químicos, pero no se tienen en cuenta ni las enfermedades profesionales, ni los riesgos sicosociales. La mayoría de las empresas no los evalúa. La experiencia demuestra que queda mucho trabajo para adecuar esa evaluación de riesgos a lo que marca la directiva marco, pero también en la necesidad de mejorar la calidad de las mismas. Nosotros decimos que la evaluación de riesgos es una herramienta para la acción, no para tenerla en una estantería y decir que la hemos hecho.

¿No están sensibilizados los empresarios con la seguridad y la salud como lo están en otras actuaciones de sus compañías?

Es un problema de sensibilización, es cierto. No se puede hacer una cuestión de fe. En este sentido, el martes dentro de la Cumbre Europea vamos a presentar una herramienta interactiva que facilita precisamente la evaluación de riesgos. Es un modelo que se utiliza con éxito en Holanda. Es una forma de mostrar que las pyme pueden documentar sin esfuerzo añadido la evaluación de riesgos y trataremos que se impliquen. El desafío es llegar a contactarlas y sensibilizarlas. Esta herramienta es para que den ese primer paso.

¿Qué se está haciendo mal para que haya 167.000 muertes al año en la UE derivadas de los puestos de trabajo poco seguros y trabajos poco saludables?

Hay que sensibilizar más. Hay que jugar un rol entre los empleadores hasta los trabajadores en ese camino de la concienciación. El mensaje en este tema es muy claro: la mayoría de los accidentes y las enfermedades profesionales se pueden evitar y prevenir. Las muertes por la falta de evaluación de riesgos y por la omisión de la prevención en el trabajo son terribles.