«Es el momento de activar las fuerzas populares y de organizarse para explicar y reivindicar la autonomía para Ipar Euskal Herria y en ello los abertzales tenemos una responsabilidad evidente porque no podemos dejar en manos de los Lasserre y Brisson de turno nuestro futuro», proclamó con energía Maite Goienetxe en su intervención en el mitin organizado por Autonomia Kolektiboa en Azkaine.

Unos 400 asistentes se dieron cita ayer en el frontón Kiroleta donde durante hora y media pudieron escuchar los argumentos que, como lo repitieron los diferentes oradores, hacen que la opción de la autonomía sea «una utopía no solamente posible sino, además, necesaria» para Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa. Una afirmación que fue reforzada por los dos representantes de las dos fuerzas políticas invitadas al acto, la bretona UDB y la martiniquesa Modemas cuyos discursos fueron precedidos por un vídeo y la actuación de tres bertsolaris.

Henri Gourmelen, miembro de la dirección del partido bretón, explicó la progresión que está conociendo la reivindicación de autonomía en su tierra y subrayó la necesidad, en estos momentos en que en el Estado francés se prepara la reforma de las instituciones locales, de unión de las fuerzas progresistas: «Esta reforma va a suponer una auténtica negación de las regiones y naciones del Estado. Vamos a retroceder 40 años. Es indispensable que todas las fuerzas progresistas nos unamos para hacer frente al proyecto de París y, para ello, nosotros apostamos por la autonomía», manifestó.

En la misma línea, Marcelin Nadeau, alcalde de Le Precheur, expuso la situación de Martinica donde en enero la población será consultada sobre la aceptación de la autonomía como futuro estatus jurídico. Indicó que su partido se ha unido con otros independentistas y autonomistas en la plataforma «Unión martiniquesa para el cambio» y aseguró que «el combate progresista concierne a todos los países oprimidos por lo que la causa bretona o vasca es también la causa de los martiniqueses», antes de finalizar su intervención con un sonoro «Autonomía aquí y ahora».

«Tejado común»

Las canciones del coro Lau Haizeta dieron paso a la intervención de Maite Goienetxe que explicó el sentido de la lucha que lleva Autonomia Kolektiboa. «Estamos construyendo Euskal Herria. Trabajamos para reunificarla y en ese camino debemos conseguir el reconocimiento de Ipar Euskal Herria y su derecho a decidir. Estamos construyendo los muros del tejado común», aseveró.

Goienetxe arrancó los aplausos de la asistencia al recordar con un clamoroso «agur eta ohore» a todos aquellos «que tanto han trabajado y que han perdido la vida en el camino de construir Euskal Herria». La portavoz del colectivo incidió en el «gran potencial» que durante años han demostrado tener los ciudadanos vascos: «No hemos esperado a que nos reconozcan nuestros derechos, construidos los instrumentos y estructuras para poder vivir como vascos. No nos han regalado nada. Lo hemos conseguido a través de la lucha y así conseguiremos también el estatus jurídico para gobernarnos nosotros mismos de un modo democrático».

Avanzó que París «no logrará saciarnos con migajas» en referencia a los dispositivos del Consejo de Electos y de Desarrollo y conminó a todos los abertzales a llegar a un consenso sobre el marco institucional mínimo: «Ese marco que permita decidir por nosotros mismos es la autonomía».

Llamamiento a la unidad

La intervención de Gabi Mouesca clausuró el acto. El miembro de Autonomia Kolektiboa añadió más argumentos a la conveniencia de optar por dicho estatus pero lo hizo dirigiéndose a los diversos sectores de la sociedad vasca.

Así, afirmó que para los independentistas «la autonomía es un instrumento, un proceso, un corpus en movimiento que posibilitará la transformación de la actual situación y reconquistar nuestra libertad y dignidad colectiva».

Batera fue el siguiente destinatario de su mensaje. Mouesca reconoció la «labor eficaz» realizada por la plataforma. «Es evidente que ha servido para reforzar el sentimiento vasco pero la situación actual nos impone la revisión de determinados opciones tácticas» dijo, antes de invitar a Batera a unirse a la reivindicación de la autonomía.

Exhortó en el mismo sentido a los abertzales cuyos valores y proyectos sociales dijo no compartir: «No tenemos el mismo proyecto pero somos de la misma familia y hoy, nuestra casa -«gure aitaren etxea»- está en peligro. Se trata de una urgencia nacional».

Dirigiéndose a los «adversarios cuyo deseo es que Euskal Herria desaparezca», Mouesca subrayó que «no renunciaremos a un ápice de nuestra dignidad e identidad» y les aseguró que «los abertzales perdurarán porque tenemos un ideal de vida y de justicia».

Concluyendo ya, se dirigió a la juventud afirmando que son «el presente y el futuro de nuestro país, el principal motor de transformación y depositarios del ideal abertzale» y les recordó que «la autonomía es una herramienta de liberación» por cuya reivindicación «algunos han sacrificado muchos años de su libertad e, incluso, han dado la vida».

Tras el acto, en una carpa situada al lado del frontón tuvo lugar un concierto en el marco de las iniciativas que con motivo de los diez años de encarcelamiento de Aratz Gomez, Arkaitz Saez y Argi Perurena han sido organizados por los comités de Azkaine, Hiriburu y Uztaritze.