Personajes y manjares harán que El Portalón vuelva a ser un túnel del tiempo hasta el siglo XV
Tras el éxito obtenido en la primera edición, donde destacaron las listas de espera, El Portalón de Gasteiz retoma las cenas teatralizadas con un guión adaptado por el director de Ortzai, Iker Ortiz de Zárate.
I. AMESTOY |
Existen pocos edificios históricos tan originalmente conservados como el del restaurante El Portalón de Gasteiz. Desde este fin de semana, además, se volverá a convertir en un entorno ideal para conocer, a través de escenas teatrales, parte de la historia de la ciudad, mientras se degustan algunos de los exquisitos manjares que otorgan reconocimiento al establecimiento.
Los afortunados que acudan a alguna de las cenas teatralizadas que ofrecen actores del Laboratorio de Arte Dramático Ortzai, viajarán en un túnel del tiempo. La desembocadura será el final del siglo XV, cuando la Casa de Postas -lugar en el que actualmente está El Portalón- estaba recién construida. La que es la segunda temporada de esta iniciativa, también está abierta a quienes acudieron en la primera edición, ya que la trama que se vivirá en las cenas es otra completamente diferente.
Las vestimentas, el lenguaje y la interpretación de los miembros de Ortzai permitirá conocer cómo se vivía en Gasteiz, y en Euskal Herria en general, hace seis siglos. En la primera edición de las visitas, los comensales pudieron conocer el ambiente que se respiraba en Gasteiz durante los días que el Cardenal Adriano de Utrecht fue nombrado Papa mientras estaba instalado en la ciudad. Ahora, en cambio, avanzarán unos meses y serán testigos de las maniobras de un acaudalado comerciante, Juan Sánchez de Bilbao, que buscará incrementar su patrimonio haciéndose dueño del Portalón.
La adaptación del guión corresponde al director de Ortzai, Iker Ortiz de Zárate. Él mismo dará vida a Sánchez de Bilbao. Tal y como se vislumbró en la presentación, no reparará si los medios para hacerse con el edificio son éticos. Ortiz de Zárate valoró la iniciativa como única y aseguró que como actor le gusta la idea de estar en un «escenario de verdad». Situar la trama en el mismo sitio en el que han pasado muchas cosas, además, «en el corazón histórico de tu ciudad», hace que la historia gane. Aun así, tranquilizó a los comensales que acudan, señalando que la trama que desarrollan es «fácil de seguir». No en vano, la calidad de los platos de El Portalón hace difícil tener que escoger entre saborear los manjares o seguir la historia.
El público, aun así, se verá envuelto en la treta ideada por Sánchez de Bilbao. Pretende engañar a los dueños de la casa, Blas y Francisca. La hija de ambos, Blanca, tendrá un papel clave para intentar impedir que esto ocurra, aunque no quisieron avanzar más detalles. Con los personajes se ven reflejados los diferentes estamentos sociales existentes en la época.
Respecto al edificio, se puede recordar que fue fundado a finales del siglo XV como Casa de Postas; hoy en día, El Portalón es uno de los más emblemáticos de la ciudad y conserva todo su encanto y aspecto medieval, tanto la fachada como su interior. El nombre le viene por un portón de roble que desde su fundación hasta mediados del siglo pasado se mantuvo abierto para dar resguardo a los carruajes de los comerciantes y evitar así robos y el deterioro de la mercancía. Respecto a las visitas de primavera, se ha suprimido el recorrido que junto a los actores se hacía por el Casco Viejo, debido a las duras condiciones climáticas. Esta temporada, se alargará hasta julio.