Natxo MATXIN I

El acierto arabarra en una jugada de estrategia botada en el tiempo de descuento permite a los de Javier Pereira acostarse una semana más en los puestos de ascenso y al Sestao hundirle en los de la quema cuando ya soñaba con la suma, al menos, de un punto.

Moscardó fue el artífice de la consecución de una victoria muy importante para el Alavés, de cara a no perder comba con los mejores conjuntos de la categoría, los cuales también sumaron sus encuentros por triunfos, y como mejor medicina para asentar la tranquilidad en el seno del club babazorro.

El botín in extremis de los visitantes fue la mejor muestra de lo difícil que se lo pusieron los de Alfonso del Barrio, que sí que pecaron en la segunda mitad de excesivo conservadurismo, dando por bueno el punto, y que finalmente se quedaron sin recompensa alguna.

El derbi estuvo, además, marcado por el fuerte viento, que no cesó en ningún momento, pero ante el que se aclimató mejor el Alavés, quien llevó la batuta en los inicios del choque, dando su primer aviso a los diez minutos cuando Martínez no llegó a rematar un buen centro desde la derecha.

Más pendientes de no perder

Fue el preámbulo del 0-1, pues siete minutos más tarde, Moreno estuvo muy atento al rechace de Álvaro para introducir la pelota en las mallas, después de que el guardameta local no consiguiera blocar un remate de Geni.

El Alavés golpeó primero, pero el River no se amilanó, sobre todo gracias al apoyo que le llegaba desde las gradas. Casi al filo del descanso, Paredes materializaba los deseos de la afición sestaoarra quien, con el empate, se hizo ilusiones por ver una segunda parte en la que los suyos buscaran la remontada.

Sin embargo, el paso por vestuarios no sentó nada bien a ninguna de ambas escuadras, más pendientes tras el descanso de evitar encajar otro gol que de ir en busca del triple. La ventolera que sufrió Las Llanas tampoco ayudaba a la tarea. Al final, la suerte cayó del lado visitante en un lance a balón parado en el que la defensa del River no estuvo todo lo acertada que debiera y del regalo se aprovechó un Moscardó, que dio a su equipo tres puntos muy importantes.