La sátira política regresa a la televisión de Rusia pero con ausencias como Putin
GARA | MOSCÚ
Una escena de rap entre Obama y Clinton en la Casa Blanca o una broma sobre el dúo ucraniano Yuschenko-Timoshenko a cerca del gas; la sátira política reaparece en la televisión rusa después de años de ausencia. Lo hace, aún y todo, con vacíos claros respecto a temas más cercanos y presentes, como pueden ser Putin o Medvedev. Fue ayer cuando se estrenó en «Pervyi Kanal» -una cadena estatal-, un programa de parodias realizadas con dibujos animados. Se nota, sin embargo, la ausencia de los dirigentes más altos del país.
Esta emisión ha marcado aún y todo una tímida vuelta de la sátira política en las horas de prime time de la televisión rusa. Fue hace siete años cuando se dejó de emitir la polémica «Koukly» (Las Muñecas), época en la que el programa realizaba habitualmente bromas entorno al antiguo presidente, Vladimir Putin, hoy primer ministro.
El único personaje político ruso que sale representado en el nuevo programa de dibujos es el ministros de Asuntos Exteriores, Sergueï Lavrov, y lo hace dentro de un sketch muy «políticamente correcto» frente a la secretaria de Estado americana, Hilary Clinton. En cambio, los dirigentes extranjeros tienen una presencia relevante, con particular importancia de aquellos que están en el punto de mira de Moscú, como puede ser el presidente ucraniano, Viktor Yuschenko. Esta ausencia se debe a que «Pervyi Kanal», la cadena más importante de Rusia, no tomaría el riesgo de criticar a los líderes rusos, según afirma el productor de televisión Grigory Lioubomirov. «Evidentemente, nadie va a criticarlos. Aunque no esté prohibido, ningún productor tomaría ese riesgo», analiza el productor.