Una bomba colocada en un coche explotó parcialmente el sábado por la noche delante de la sede de la Policía norirlandesa en Belfast sin causar víctimas ni heridos. Según la Policía, el vehículo fue conducido hasta la sede de la Junta Policial del norte de Irlanda en Clarendon Dock por un hombre que iba acompañado por otra persona. El artefacto, compuesto por 180 kilos de explosivos, estalló después de que los dos hombres atravesaran una barrera de vigilancia y se dieran a la fuga en medio de un tiroteo con la Policía.

«Es un atentado contra el bienestar de todo el mundo en Irlanda; no se trata de un atentado contra la Policía o su sede; es un ataque contra la gente joven y contra el futuro de los jóvenes», manifestó el jefe de la Policía norirlandesa, Matt Bagott. Añadió que, por razones que todavía se desconocen, la bomba explotó parcialmente.

Por otra parte, la Policía arrestó a tres personas en la localidad de Garrison, en el condado de Fermanagh, acusadas de disparar contra agentes el sábado por la noche sin causar heridos. El grupo Óglaigh na hÉireann podría estar detrás de estos ataques. Surgió en 2006 a raíz de una escisión del IRA de Continuidad, que en marzo atentó contra el agente Stephen Paul Carroll en Craigavon.

Un diputado de Sinn Féin rechazó el frustrado atentado, que atribuyó a «un reducido grupo militarista republicano. Estas acciones son inútiles».