Decidida la final del Cuatro y Medio
El huracán Martínez de Irujo dejó daños colaterales
El de Ibero pasó por encima de un Titín indefenso y se llevó consigo a Sebastian Gonzalez a la final.
MARTINEZ DE IRUJO 22
TITIN III 11
Jon ORMAZABAL | EIBAR
Como todos los fenómenos naturales, los huracanes dejan imágenes muy espectaculares para verlas desde cierta distancia, pero pueden destrozarte si osas ponerte en su camino. Afortunadamente para la pelota su voracidad hace que Juan Martínez de Irujo se comporte como un ciclón en todas las competiciones en las que participa y el de Ibero alcanzó el pase a su cuarta final consecutiva, con los consiguientes daños colaterales para un Titín eliminado pese a sus dos victorias y Sebastian Gonzalez como único superviviente.
Como tantas y tantas veces, Juan Martínez de Irujo,-está a un paso de volver a conquistar las tres txapelas posibles en una sola temporada- demostró que, cuando está al cien por cien y tiene el punto de mira ajustado, no hay prácticamente nadie que le pueda hacer frente en el cuadro profesional. Jugando el partido de su vida, otro portento físico como Sebas Gonzalez lo consiguió en Zarautz y eso le servirá para estar en la final, pero como hace una semana le ocurrió a Julen Retegi en el Labrit, Titín III, que llegaba invicto, se tuvo que conformar con tratar de seguirle el ritmo al de Ibero, pero siendo superado en todo momento por el navarro.
Sin resquicio a las dudas
A pesar de que el formato de competición diera pie a ello, empujado por un ambiente de gala que no permitía que nadie se relajara, la exhibición de Juan Martínez de Irujo también arrasó con cualquier atisbo de duda que pudiera haber sobre su conducta, por mucho que hubo quien comenzó a pensar mal cuando Titín llegó acercarse al cartón 11, a cinco de su objetivo, en una fase del partido en la que el de Ibero mostró esa faceta suya menos efectiva, pero sin la que su juego perdería ese toque especial que le hace conectar tanto con el público. Su saque al ancho que le costó el 17-5 o la forma en la que pifió un dos paredes clarísimo en 19-8 pueden enojar a los más ortodoxos, pero son los riesgos inevitables de tratar de canalizar una fuerza de la naturaleza del calibre del delantero de Ibero.
La igualdad, aunque relativa, apenas duró cinco minutos, hasta el 5-4, momento en el que Juan Martínez de Irujo sacó su arsenal de pelotazos, dejadas y voleas, haciendo inútiles los esfuerzos de un Titín que, al contrario que la semana pasada ante Gonzalez, nunca se sintió cómodo en la cancha eibarresa.
El saque fue otro sólido recurso del de Ibero, ya que al margen de los cuatro tantos directos conseguidos con la jugada inicial, logró llevar la iniciativa y hacer gala de recursos finalizadores en un parcial de 11-0 que dejó sentenciado tanto el partido, como su propio pase a la final y el de un Gonzalez que había anunciado no iba a ver el partido. Pese al gesto de complacencia con Titín, Irujo hizo lo que debía y además lo hizo a la perfección.
El hambre y la ilusión por ganar que demostró ayer en Eibar son uno de los secretos de Juan Martínez de Irujo y el de Ibero señaló tras el pase a su cuarta final consecutiva que afrontará el partido ante Gonzalez «como si fuera la primera final que juego» con ganas además de quitarse la espina de la derrota ante Aimar Olaizola de 2008.
El delantero de Ibero explicó el gesto que tuvo con Titín al término del encuentro, en el que prácticamente le pedía disculpas, argumentando que como compañeros que son, le dio pena dejarle fuera de la final, «la misma que me hubiera dado haber dejado fuera a Gonzalez». En este sentido, el de Ibero señaló que no ha hecho ningún caso a todas las suspicacias que ha habido entre semana e incluso en alguna fase del partido de ayer «pero se ha demostrado qué clase de profesionales somos los dos».
Titín III, por su parte, aceptó la derrota con cierta resignación, asumiendo que «no me ha salido nada, Juan ha sido muy superior y me ha arrinconado contra la pared. Es una pena y lo siento por la gente, pero hoy no ha sido mi día».J.O.
A falta de confirmación oficial, la final del 8 de diciembre se jugará, salvo sorpresa, en el Atano III donostiarra. La eliminación de Titín III restó las opciones que tenía el Ogeta gasteiztarra.